Investigación sobre la dormancia en organismos revela ventajas competitivas

Una investigación reciente dirigida por Natalie Jones, profesora de Ecología en la Universidad Griffith, explora el concepto de dormancia en varios organismos como estrategia de supervivencia. La dormancia permite a las especies soportar condiciones ambientales adversas al entrar en un estado de inactividad hasta que las condiciones mejoren.

El estudio destaca que la dormancia no solo beneficia a las especies individuales, sino que también puede influir en la competencia entre especies. Al examinar el nematodo Caenorhabditis elegans, los investigadores clasificaron a los gusanos en cuatro grupos según su propensión a la dormancia: aquellos más inclinados, menos inclinados, incapaces de entrar en estado de dormancia y gusanos de tipo salvaje con una propensión media.

Los experimentos involucraron a estos grupos compitiendo contra otra especie de gusano, C. briggsae, por alimento en diferentes condiciones ambientales. Los resultados demostraron que las especies con una mayor inclinación hacia la dormancia pudieron coexistir con competidores en un rango más amplio de temperaturas.

Este hallazgo apoya la predicción teórica de que la dormancia puede mejorar la resiliencia de las especies en entornos cambiantes. La investigación plantea preguntas sobre el potencial de las especies dormantes para adaptarse a las fluctuaciones ambientales globales actuales, como las olas de calor y las sequías.

Las futuras investigaciones buscan vincular los hallazgos de laboratorio sobre la dormancia con las dinámicas del mundo real en plantas, animales y microbios.

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