Un equipo internacional de científicos ha confirmado la detección de la aurora en Calisto, una de las cuatro lunas galileanas de Júpiter. Este hallazgo, basado en datos de la misión Juno de la NASA, marca la culminación de la observación de auroras en las cuatro lunas principales de Júpiter: Ío, Europa, Ganímedes y Calisto. Este hito proporciona una comprensión más profunda de las complejas interacciones dentro del sistema joviano.
Júpiter, al igual que la Tierra, presenta auroras en sus polos. Sin embargo, las auroras jovianas son únicas, generadas por la interacción electromagnética entre sus grandes lunas y el potente campo magnético del planeta. La presencia de Ío, Europa y Ganímedes ya se sabía que generaba emisiones aurorales distintivas en múltiples longitudes de onda, un fenómeno que ahora se completa con el descubrimiento en Calisto.
Anteriormente, el Telescopio Espacial Hubble había capturado señales de aurora en las otras tres lunas galileanas. La aurora de Calisto, sin embargo, se había detectado de forma muy tenue, lo que dificultaba su estudio detallado debido a su escasa luminosidad y a que a menudo quedaba eclipsada por el óvalo auroral más brillante de Júpiter. Los científicos esperaban una alineación favorable, un momento en que el óvalo auroral de Júpiter se desplazara de su posición habitual para obtener una visión clara.
Esta oportunidad se presentó en septiembre de 2019, cuando una corriente de viento solar de alta energía impactó Júpiter. Este evento provocó que el óvalo auroral del planeta se expandiera hacia el ecuador, un fenómeno análogo a lo que ocurre en la Tierra, donde las auroras pueden observarse en latitudes medias. En ese preciso instante, la posición de Juno era idónea para observar simultáneamente las cuatro lunas galileanas.
Esta conjunción permitió que las huellas aurorales de Ío, Europa, Ganímedes y Calisto fueran visibles en una única observación, facilitando su caracterización detallada mediante datos ultravioleta, de radio, de plasma y de ondas. Los resultados confirman que la aurora de Calisto sigue un patrón coherente con el de sus tres lunas hermanas.
Este descubrimiento no solo completa el retrato auroral del sistema joviano, sino que también abre nuevas vías para comprender las intrincadas relaciones entre la magnetosfera de Júpiter y sus satélites. Gracias a la avanzada tecnología de Juno, los investigadores pueden ahora examinar las propiedades del plasma, las corrientes eléctricas y los campos magnéticos que desencadenan las auroras en estas lunas.
La misión Juno continúa sus operaciones, pero no estará sola en la exploración del sistema joviano. El 14 de octubre de 2024, la NASA lanzó la misión Europa Clipper, dedicada al estudio exhaustivo de Europa, una de las lunas de Júpiter con mayor potencial para albergar vida. Se prevé su llegada al sistema joviano en abril de 2030, momento en el que realizará 49 sobrevuelos cercanos a Europa. Adicionalmente, la Agencia Espacial Europea (ESA) lanzó la misión Jupiter Icy Moons Explorer (JUICE) el 14 de abril de 2023. JUICE se centrará en el estudio detallado de Ganímedes, Calisto y Europa, con un énfasis particular en Ganímedes. Se espera que JUICE llegue al sistema joviano en 2031, marcando un hito al ser la primera misión en orbitar una luna fuera de nuestro sistema solar. Con la confirmación de la aurora en Calisto, los científicos disponen ahora de datos completos de las cuatro lunas galileanas, lo que representa un avance significativo en la comprensión del entorno magnético del gigante gaseoso del sistema solar y abre un nuevo capítulo en la exploración espacial del sistema joviano.