Depresión Tropical Wilma se Estanca sobre Visayas, Aumentando Alertas por Lluvias en el Centro de Filipinas

La Depresión Tropical Wilma mantuvo su posición estancada en las aguas costeras cercanas a Can-avid, en Samar Oriental, hasta la noche del sábado 6 de diciembre de 2025. El sistema meteorológico presentaba vientos máximos sostenidos de 45 kilómetros por hora, con ráfagas que alcanzaban los 55 kilómetros por hora, mientras se desplazaba en un patrón casi estacionario, generando preocupación en la región de Visayas. Las proyecciones meteorológicas indicaban la posibilidad de que Wilma tocara tierra en algún punto de Samar Oriental o Samar del Norte entre la tarde y noche del sábado, para luego cruzar la región de Visayas durante el domingo 7 de diciembre.

Se anticipa que la interacción de Wilma con el monzón del noreste, conocido localmente como 'amihan', provoque el debilitamiento del sistema a una baja remanente. La persistencia de este sistema sobre el mar ha requerido una vigilancia constante por parte de las autoridades de gestión de desastres. El Tropical Cyclone Wind Signal Número 1 se mantiene vigente en amplias zonas de Visayas y en sectores específicos de MIMAROPA y la Región de Bicol como medida preventiva ante las condiciones adversas. Actualmente, las provincias de Sorsogon, Masbate y Romblon están experimentando precipitaciones de intensas a fuertes, lo que incrementa el riesgo de inundaciones repentinas y deslizamientos de tierra en aquellas áreas que ya han soportado un régimen de lluvias prolongado.

La combinación de un ciclón tropical y el monzón del noreste es un patrón recurrente que históricamente ha causado estragos significativos en Filipinas. Investigaciones científicas filipinas han demostrado que los ciclones tropicales que permanecen a gran distancia de las islas pueden ser incluso más responsables de las lluvias intensas que aquellos que tocan tierra directamente durante la temporada del monzón del suroeste, conocido como 'Habagat'. Un estudio de 62 años de la Universidad Ateneo de Manila reveló que el efecto 'indirecto' de ciclones lejanos contribuye con el 33.1% de las precipitaciones en temporada de 'Habagat', superando el 15.4% del efecto 'directo' de los que tocan tierra. Estos sistemas distantes intensifican el monzón al extraer gran humedad de los mares circundantes, transformando lluvias moderadas en aguaceros severos.

Las consecuencias de la combinación de monzones y ciclones en el archipiélago han sido históricamente severas. Eventos recientes en julio de 2025 resultaron en al menos 30 fallecidos, diez heridos y siete desaparecidos debido a inundaciones y deslizamientos de tierra, afectando a más de 5.2 millones de personas en 17 regiones distintas. Las pérdidas agrícolas se estimaron en 484 millones de pesos filipinos, y los daños a la infraestructura pública, como carreteras y puentes, superaron los 5.000 millones de pesos, afectando a al menos 154 ciudades y municipios con cortes de servicios básicos. La vigilancia actual sobre Wilma se centra en prevenir una repetición de estos escenarios, particularmente en las áreas de Visayas y Bicol, donde las advertencias de lluvia intensa están activas.

Las autoridades continúan monitoreando la trayectoria para evaluar el impacto en la infraestructura y la población, especialmente en las regiones ya afectadas por la saturación hídrica. La evacuación de miles de residentes de zonas bajas en capitales como Manila ha sido una respuesta común ante la intensificación de las lluvias monzónicas por tormentas tropicales. El antecedente del Huracán Wilma de 2005 en el Atlántico, el ciclón tropical más intenso registrado en esa cuenca, sirve como recordatorio del potencial destructivo de los sistemas atípicos, aunque el evento actual se desarrolla en el Pacífico occidental.