Sídney ha experimentado un agosto extraordinario, acumulando la mayor cantidad de precipitaciones en 27 años. Hasta el 21 de agosto de 2025, la ciudad ha registrado más de 345 milímetros de lluvia, una cifra que supera significativamente el promedio mensual de 79.9 milímetros. Este volumen de agua, que es más de cuatro veces lo habitual para este mes, consolida este período como uno de los agostos más húmedos en la historia de la ciudad, superando incluso los registros de 1998.
La persistente lluvia ha desencadenado inundaciones generalizadas en Nueva Gales del Sur y Queensland. Las advertencias de inundaciones severas se mantienen activas para la costa central de Nueva Gales del Sur, afectando a áreas como Tamworth, Armidale y Moree, que están experimentando inundaciones importantes. El Servicio de Emergencia del Estado de Nueva Gales del Sur ha respondido a cientos de incidentes, incluyendo rescates en zonas anegadas. El 20 de agosto, Sídney vivió su día más lluvioso de agosto desde 2007, con 82.4 milímetros de lluvia registrados en un período de 24 horas, superando la media de todo el mes en un solo día.
Las causas de este fenómeno meteorológico se atribuyen a una compleja interacción atmosférica. Un sistema de alta presión estacionado sobre el Mar de Tasmania está dirigiendo aire húmedo hacia la costa, mientras que un sistema de baja presión en altura, combinado con aire frío, exacerba las condiciones. Este patrón atmosférico, inusual para el invierno, ha generado un flujo constante de humedad, resultando en lluvias intensas y prolongadas. Los expertos señalan que las temperaturas superficiales del mar inusualmente altas en la costa este también han contribuido a aumentar la humedad en las nubes, intensificando las precipitaciones.
Este evento de lluvia extrema no solo ha causado estragos en la infraestructura, provocando daños en carreteras y cortes en el transporte público, sino que también ha generado un aumento en las reclamaciones de seguros y el riesgo de caída de árboles y tendidos eléctricos. La acumulación de agua en el suelo, ya saturado por eventos meteorológicos anteriores, ha elevado el riesgo de inundaciones repentinas y el desbordamiento de ríos clave como el Namoi, Peel, Gwydir y Horton.
Las autoridades instan a la población a mantenerse informada y preparada ante la persistencia de estas condiciones, recordando la importancia de no transitar por zonas inundadas y tomar precauciones para proteger propiedades y vehículos. La situación subraya la creciente frecuencia de eventos climáticos extremos y la necesidad de una adaptación continua ante un panorama meteorológico cambiante.