Un sismo de magnitud 7.8 ha sacudido la península de Kamchatka, en el Extremo Oriente de Rusia, generando una alerta de tsunami en la región.
El evento sísmico, ocurrido el 18 de septiembre de 2025, tuvo su epicentro a unos 128 kilómetros al este de Petropávlovsk-Kamchatski, a una profundidad de 10 kilómetros. El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) registró la magnitud del evento, mientras que la delegación local del servicio geofísico estatal ruso estimó una cifra ligeramente menor, de 7.4, e informó de al menos cinco réplicas.
El gobernador de Kamchatka Krai, Vladimir Solodov, declaró un estado de alta alerta para los servicios de emergencia, aunque inicialmente no se reportaron daños ni víctimas. Se emitieron advertencias de tsunami para la costa este de la península, con alturas de ola estimadas entre 30 y 62 centímetros, pero estas fueron posteriormente levantadas.
Kamchatka se encuentra en el Anillo de Fuego del Pacífico, una zona geológicamente activa conocida por su alta frecuencia de terremotos y erupciones volcánicas, debido a su ubicación en la convergencia de placas tectónicas. Este evento sigue a un importante terremoto de magnitud 8.8 que ocurrió en la misma región el 29 de julio de 2025, el cual generó un tsunami y causó daños considerables.
La región ha experimentado una serie de réplicas, con al menos cuatro sismos de magnitud superior a 5.0, incluyendo uno de 5.8, tras el evento principal. El Ministerio de Situaciones de Emergencia de Rusia jugó un papel crucial en la gestión de la respuesta inicial, con el gobernador Solodov comunicando la situación a través de plataformas como Telegram. La comunidad científica continúa monitoreando la actividad sísmica en la zona, analizando los patrones y la acumulación de tensión en los límites de las placas tectónicas, un fenómeno recurrente en el Anillo de Fuego del Pacífico.
La historia sísmica de Kamchatka incluye eventos de gran magnitud, como el terremoto de 1952, que marcó un hito en la sismología de la región. La resiliencia de los habitantes de Kamchatka se pone a prueba ante estos eventos, subrayando la importancia de la preparación y la respuesta rápida ante desastres naturales.