Kirishima, Japón, está experimentando graves inundaciones y deslizamientos de tierra tras precipitaciones sin precedentes. El distrito de Mizobe registró 483 milímetros de lluvia en 12 horas, superando significativamente el promedio mensual, y en algunas zonas la acumulación alcanzó los 495 milímetros. Estas intensas lluvias han anegado centros comerciales y provocado deslizamientos de lodo. Un deslizamiento en Aira City provocó el entierro de una casa y la hospitalización de dos personas. Más de 360.000 residentes en las prefecturas de Kagoshima y Miyazaki han recibido avisos de evacuación. La Agencia Meteorológica de Japón (JMA) pronostica que las fuertes lluvias y tormentas eléctricas continuarán en la región de Kyushu, con acumulaciones adicionales de hasta 200 milímetros. Las autoridades japonesas han emitido advertencias de emergencia por lluvias intensas, calificando la situación como "nunca vista antes", y el nivel de alerta más alto se declaró en Kirishima debido a peligros inminentes para la vida. El 8 de agosto de 2025, Kirishima acumuló 495 mm de lluvia en 12 horas, un récord para la localidad. La JMA advierte de hasta 200 mm de lluvia diaria en el sur de Kyushu hasta el 11 de agosto.
La situación ha causado interrupciones significativas en el transporte, con la cancelación de trenes, autobuses y decenas de vuelos. El Primer Ministro Shigeru Ishiba ha anunciado la creación de un grupo de trabajo para la respuesta de emergencia, comprometiéndose a "hacer todo lo posible para proteger la vida y la seguridad de las personas". La JMA prevé que las fuertes lluvias y tormentas eléctricas continúen en Kyushu debido a un sistema de baja presión, advirtiendo del creciente riesgo de desastres e instando a los residentes a tomar precauciones tempranas. Los impactos en la infraestructura incluyen colapsos de carreteras y anegaciones en centros comerciales, lo que subraya la vulnerabilidad de Japón a fenómenos meteorológicos extremos, exacerbada por el cambio climático, ya que análisis recientes indican un aumento en la frecuencia de lluvias torrenciales.