La región central de Vietnam enfrentaba una situación de emergencia tras una serie de precipitaciones sin precedentes que desencadenaron inundaciones de gran magnitud. Hasta el 31 de octubre de 2025, este fenómeno meteorológico extremo había causado la muerte de al menos 13 personas, mientras que otras 11 permanecían reportadas como desaparecidas, evidenciando la severidad del impacto natural.
Inundaciones históricas afectan al centro de Vietnam.
Entre el 24 y el 28 de octubre, ciertas localidades experimentaron acumulaciones de lluvia cercanas a los 900 milímetros, superando significativamente los promedios históricos. Esta saturación hídrica provocó inmediatamente deslizamientos de tierra y crecidas repentinas, afectando con particular dureza a las comunas ubicadas en zonas montañosas, donde la geografía agrava el peligro. La situación subraya la necesidad de una profunda adaptación en la planificación territorial y las infraestructuras frente a dinámicas climáticas intensificadas.
Las autoridades respondieron movilizando fondos de emergencia sustanciales, enfocados en la remoción de escombros y la restauración urgente de vías de comunicación esenciales, declarándose un estado de emergencia para la infraestructura de transporte. El alcance de las inundaciones se extendió a las áreas costeras y llanas, anegando más de 65,000 hogares. Incluso el sitio Patrimonio de la Humanidad de Hoi An sufrió el embate, con anegamientos que superaron el metro de altura en sectores cruciales.
Este suceso se enmarca en patrones climáticos recientes en el Sudeste Asiático, donde fenómenos como El Niño han impulsado una tendencia hacia eventos de precipitación más extremos y concentrados. La Agencia Meteorológica de Vietnam advirtió que las lluvias intensas continuarían afectando a varias provincias hasta el 4 de noviembre, manteniendo elevados los niveles fluviales y el riesgo de nuevas crecidas. La gestión de esta crisis resalta la interconexión entre la planificación humana y los ciclos naturales, donde la resiliencia comunitaria se mide en la sabiduría para integrar las lecciones aprendidas en la reconstrucción futura.
