El tifón Kajiki ha experimentado una rápida intensificación y se dirige hacia la costa central de Vietnam, representando una amenaza considerable.
El centro de la tormenta se encontraba a aproximadamente 100 km al este de la provincia de Ha Tinh, moviéndose hacia el oeste-noroeste a una velocidad de 15-20 km/h. Con vientos sostenidos que oscilan entre 134-166 km/h y ráfagas que alcanzan hasta 220 km/h, se prevé que Kajiki gane aún más fuerza antes de tocar tierra.
Las autoridades han emitido advertencias urgentes sobre lluvias intensas, posibles inundaciones y deslizamientos de tierra, afectando especialmente a las provincias de Thanh Hoa y Ha Tinh. Como medida de precaución, más de 300.000 residentes de áreas costeras vulnerables están siendo evacuados. Los aeropuertos de Thanh Hoa y Quang Binh han cesado sus operaciones, lo que ha resultado en la cancelación de vuelos. Algunas regiones anticipan precipitaciones de hasta 700 mm, incrementando el riesgo de inundaciones repentinas.
La trayectoria de Kajiki y su rápida intensificación se atribuyen a varios factores meteorológicos. La tormenta se está desarrollando sobre aguas cálidas con temperaturas superficiales del mar superiores a los 30 grados Celsius, un entorno ideal para que acumule energía. Además, la presencia de una zona de convergencia intertropical activa, con vientos del este y suroeste, contribuye a las fuerzas térmicas y dinámicas que potencian el desarrollo del ciclón.
La intensidad de Kajiki se compara con la del tifón Yagi, que azotó Vietnam el año anterior, causando graves daños y pérdidas humanas. En respuesta a la inminente amenaza, se han movilizado miles de soldados y personal paramilitar para asistir en las evacuaciones y operaciones de búsqueda y rescate. Se han suspendido todas las actividades marítimas y costeras, y se ha ordenado a las embarcaciones permanecer en puerto. La seguridad de la vida humana es la máxima prioridad, y las autoridades están trabajando para garantizar que las medidas de evacuación y seguridad se apliquen rigurosamente. La preparación incluye el aseguramiento de diques y presas, el mantenimiento de las líneas de comunicación y la movilización de recursos para proteger a los residentes y la infraestructura.