El Súper Tifón Ragasa, la tormenta más potente de 2025, ha desatado una furia devastadora en el Sudeste Asiático, causando una destrucción generalizada a su paso.
Con vientos sostenidos que alcanzaron los 215 km/h y ráfagas de hasta 295 km/h, Ragasa se intensificó hasta convertirse en un tifón de categoría 5, equivalente a un huracán de categoría 5 en la escala Saffir-Simpson, con vientos máximos sostenidos de 270 km/h registrados por algunos meteorólogos. El 22 de septiembre de 2025, Ragasa tocó tierra en el norte de Filipinas, trayendo consigo lluvias torrenciales, vientos feroces y una inundación masiva. Miles de residentes fueron evacuados ante las advertencias de marejadas ciclónicas que podrían superar los 3 metros (10 pies) de altura. En Filipinas, el tifón dejó un saldo trágico de al menos tres muertos, nueve heridos y cinco desaparecidos, además de haber obligado a más de 17.500 personas a abandonar sus hogares. Las infraestructuras sufrieron daños severos, con extensas inundaciones y deslizamientos de tierra reportados en varias provincias, especialmente en Cagayán.
Tras su devastador paso por Filipinas, el tifón continuó su trayectoria, impactando Taiwán, Hong Kong y partes de China. En Hong Kong, se emitió la Señal de Advertencia de Tormenta No. 8, y las autoridades de varias ciudades importantes suspendieron clases, cancelaron vuelos y cerraron negocios. Se advirtió de marejadas ciclónicas que podrían alcanzar hasta 5 metros en Hong Kong, comparables a las causadas por los tifones Hato en 2017 y Mangkhut en 2018. En Taiwán, se activaron alertas y se evacuó a más de 7.600 residentes. China continental se preparó para el impacto, con la provincia de Guangdong implementando medidas de emergencia, incluyendo la evacuación preventiva de aproximadamente 400.000 personas en Shenzhen y la suspensión de servicios ferroviarios y aéreos. Las autoridades chinas asignaron 60.000 artículos de asistencia de emergencia a Guangdong, elevando la respuesta de emergencia ante tifones al Nivel III.
A 23 de septiembre de 2025, Ragasa ha perdido algo de intensidad tras tocar tierra en China, pero aún representa un riesgo significativo de lluvias residuales e inundaciones. Los esfuerzos de ayuda están en marcha para asistir a los afectados por la destructiva trayectoria de la tormenta. La magnitud de Ragasa, considerada la tormenta más poderosa registrada en el mundo en 2025, ha puesto de manifiesto la vulnerabilidad de la región ante fenómenos meteorológicos extremos, intensificados por las condiciones climáticas globales.