Cartografía de las Cámaras de Magma Bajo Yellowstone

Editado por: Tetiana Martynovska 17

Investigaciones recientes, empleando imágenes electromagnéticas, han identificado cuatro cámaras de magma significativas bajo el Parque Nacional de Yellowstone, situadas a profundidades de entre 4 y 11 kilómetros. Estas cámaras contienen principalmente magma riolítico, conocido por su potencial para generar erupciones explosivas. Una de estas bolsas de magma es comparable en volumen a la erupción de Mesa Falls, ocurrida hace aproximadamente 1.3 millones de años. Los científicos han puesto especial atención en la región noreste de la caldera, donde el magma riolítico superficial parece interactuar con magma basáltico más profundo, lo que podría intensificar la actividad volcánica. Aunque los investigadores subrayan que no hay indicios de una erupción inminente, reconocen la naturaleza dinámica de los sistemas volcánicos, que pueden experimentar cambios a lo largo de décadas.

Yellowstone ha sido el escenario de tres grandes erupciones en los últimos 2.1 millones de años, cada una con importantes repercusiones climáticas a nivel global. La composición del magma en Yellowstone es compleja; estudios indican que el magma riolítico, más viscoso y rico en sílice, se forma por la mezcla de aproximadamente un 50% a 70% de basalto con un 30% a 50% de corteza terrestre. Este proceso de mezcla ocurre en la corteza media a inferior, donde los magmas basálticos calientes funden la corteza circundante. Las cámaras de magma no están completamente llenas de roca fundida, sino que son una mezcla de roca caliente, mayormente sólida y porosa, con bolsas de roca fundida en su interior.

La actividad volcánica en Yellowstone ha moldeado el paisaje a lo largo de millones de años, creando calderas masivas y gruesos flujos de lava. El campo volcánico de la meseta de Yellowstone es uno de los campos riolíticos más grandes del planeta, reconocido por sus voluminosos flujos de lava ricos en sílice y sus ignimbritas, resultado de erupciones explosivas masivas. La erupción de flujos de lava riolítica más reciente data de hace 70,000 años. La investigación continua, utilizando técnicas avanzadas como la magnetotelúrica, permite a los científicos obtener imágenes más detalladas del sistema magmático subterráneo, lo que facilita una mejor comprensión de la distribución del magma, su composición y la evolución de estos reservorios con el tiempo. Si bien una erupción a gran escala no es inminente, la monitorización constante y el estudio de estos procesos geológicos son cruciales para evaluar los riesgos volcánicos futuros e informar a la población sobre la dinámica de este sistema natural.

Fuentes

  • Zee News

  • EADaily

¿Encontró un error o inexactitud?

Consideraremos sus comentarios lo antes posible.