Oficiales de Policía Testifican Avistamiento de Fenómeno Aéreo No Identificado Cerca de Central Nuclear de Prairie Island en Octubre de 2025

Un inusual suceso capturó la atención pública y de los círculos de seguridad nacional en octubre de 2025, cuando tres agentes de policía de Minneapolis reportaron haber presenciado un Fenómeno Aéreo Anómalo (UAP) sobrevolando la estratégica central nuclear de Prairie Island. El incidente, que fue documentado en video por los propios oficiales, se perfila como un punto de inflexión para el análisis de los desafíos que la tecnología y lo desconocido imponen a la infraestructura crítica del país.

El núcleo del avistamiento se centró en un objeto aéreo no identificado, descrito con detalles específicos: una esfera rodeada por seis anillos luminosos que exhibían cambios dinámicos de color. Los testigos, profesionales entrenados, informaron que el artefacto permaneció estacionario a una altitud estimada de unos 3 kilómetros antes de ejecutar movimientos erráticos. El objeto transitó entre velocidades lentas y alcances hipersónicos, todo ello sin generar sonido alguno. Un aspecto crucial del encuentro fue la maniobra evasiva que realizó el artefacto, evitando lo que pudo haber sido una colisión con una aeronave civil que se encontraba en la zona.

Este evento se enmarca en un contexto de creciente escrutinio oficial sobre los UAP. Apenas un mes antes, en septiembre de 2025, el Congreso de los Estados Unidos llevó a cabo su primera audiencia formal dedicada a estos encuentros, presentando nuevas evidencias que ya habían puesto el tema en el debate público. Además, la preocupación por la seguridad se remonta a septiembre de 2024, fecha en la que ya se discutía en ámbitos gubernamentales el riesgo potencial de interacción entre estos fenómenos y los sistemas de armamento nuclear.

La proximidad del objeto a la planta nuclear de Prairie Island, ubicada en Red Wing, Minnesota, eleva este avistamiento de mera curiosidad a un asunto de seguridad nacional. La capacidad del objeto para operar a velocidades extremas sin rastro sonoro desafía las leyes conocidas de la aerodinámica, sugiriendo una tecnología muy avanzada. Esto obliga a reevaluar los protocolos de defensa y vigilancia aérea. La comunidad de investigación de fenómenos aéreos destaca que la presencia de múltiples testigos oficiales, sumada a la evidencia visual, otorga un peso considerable al caso.

Expertos en seguridad energética, como el Dr. Aris Thorne, han señalado que la aparición de estos fenómenos cerca de infraestructuras críticas debe interpretarse como una señal para reforzar la resiliencia de los sistemas de monitoreo. La conclusión es que el entorno operativo se está redefiniendo por variables hasta ahora no contempladas, haciendo de este evento una llamada a la responsabilidad en la protección de los activos más vitales.