Un evento de naturaleza extraordinaria ha sido documentado en la remota Patagonia chilena, capturando la atención de científicos y entusiastas de lo anómalo. Una cámara de monitoreo de vida silvestre, operada por la Universidad de Magallanes (UMAG) como parte de su proyecto "Línea Base Pública para las Provincias de Magallanes y Tierra del Fuego", registró un fenómeno luminoso sin precedentes.
El suceso tuvo lugar el 21 de enero de 2025, en un sector aislado a 54 kilómetros al norte de Punta Arenas. Durante un lapso de apenas dos segundos, la cámara capturó tres fotografías de intensas luces que descendían rápidamente. El biólogo Alejandro Kush Schwarzenberg, líder del proyecto, describió la escena como inexplicable dentro de los parámetros habituales, señalando que las luces se acercaron al lente de la cámara hasta deslumbrarlo. La cámara estaba ubicada en un área sin registro previo de tránsito humano o animal, lo que añade un nivel de misterio al evento.
Las imágenes, analizadas por expertos, sugieren una velocidad de desplazamiento de aproximadamente 947 km/h, equivalente a 0.7 Mach, acercándose a la velocidad del sonido. Freddy Alexis Silva, investigador de fenómenos aéreos no identificados, ha propuesto que el fenómeno podría ser un "plasmoide", una forma de plasma exótico de corta duración, que ha sido objeto de estudio en Rusia. Esta hipótesis se basa en las características observadas y el comportamiento de las luces.
Rodrigo Bravo Garrido, investigador del Grupo de Estudios Ambientales (GEA-UMAG), destacó la singularidad de este registro al ser la primera vez que un fenómeno de esta naturaleza es capturado dentro de un proyecto científico formal en la región. "Esto abre una brecha para investigarlos con mayor profundidad", afirmó, subrayando el potencial de este hallazgo para futuras investigaciones. El caso ha sido remitido a la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), al Museo OVNI de La Serena y a otros especialistas en fenómenos aéreos anómalos para un análisis exhaustivo.
Cristián Riffo, director del Museo OVNI, calificó la grabación como poseedora de un "alto valor histórico y patrimonial" debido a su naturaleza inusual y su procedencia científica. La Patagonia, con sus vastos paisajes y su rica historia de relatos sobre fenómenos inexplicables, incluyendo menciones de "luces malas" en crónicas del siglo XVI y testimonios de pueblos originarios, se consolida como un escenario de interés para el estudio de estos eventos. La documentación científica de este fenómeno por parte de la UMAG no solo añade credibilidad a los informes históricos, sino que también abre nuevas vías para la comprensión de fenómenos aéreos anómalos, demostrando que la exploración de lo desconocido continúa revelando aspectos fascinantes de nuestro mundo.