Espectacular bola de fuego ilumina el cielo del sur de Japón, generando especulación y análisis científico

Editado por: Uliana S.

Un deslumbrante fenómeno celeste cautivó a los residentes del sur de Japón en la noche del 19 de agosto de 2025, cuando una brillante bola de fuego surcó los cielos de Kyushu, Shikoku y Kansai.

El evento, que se extendió por varias prefecturas, incluyendo Kagoshima, Miyazaki, Matsuyama, Kochi y Osaka, provocó asombro y diversas teorías entre la población, que inicialmente especuló sobre la posibilidad de una erupción volcánica en Sakurajima. Los testimonios de los testigos oculares describen una luz repentina que iluminó la noche, con algunas áreas experimentando un objeto de color verde brillante que descendía y se transformaba en un tono naranja incandescente. El cielo se tiñó momentáneamente de un vívido rojo anaranjado, permitiendo que los paisajes circundantes fueran claramente visibles. Las grabaciones de cámaras de tablero (dashcams) capturaron una esfera azulada y blanca cayendo verticalmente, mientras que algunos residentes informaron haber escuchado explosiones consecutivas, confundiéndolas con actividad volcánica.

El suceso coincidió con la lluvia de meteoros Perseidas, añadiendo un contexto celestial a la observación. Expertos han identificado preliminarmente el fenómeno como un meteoro excepcionalmente brillante. Según datos de sensores del gobierno de Estados Unidos, archivados por el Centro de Estudios de Objetos Cercanos a la Tierra de la NASA, la energía de impacto estimada fue de aproximadamente 1.6 kilotones de TNT. El punto de máximo brillo se localizó al sureste de Kyushu, cerca de las coordenadas 30.9°N y 131.8°E. El análisis preliminar de la Red SonotaCo en Japón estima una velocidad de entrada de unos 21 km/s y un ángulo de entrada de 58 grados, con una altitud terminal cercana a los 18 km. Basándose en estos cálculos, se cree que la bola de fuego se desintegró en su mayoría sobre el océano.

La Agencia Meteorológica de Japón, a través de su oficina en Kagoshima y el Observatorio Meteorológico de Kagoshima, descartó la posibilidad de una erupción volcánica, confirmando que se trató de un "fenómeno de bola de fuego". Toshihisa Maeda, director del Museo Espacial de Sendai, sugirió que el evento fue probablemente causado por desechos espaciales o fragmentos de un asteroide que entraron en la atmósfera terrestre y se quemaron. Se estima que ocurren fenómenos similares, como bolas de fuego comparables, sobre Japón aproximadamente una vez al año, mientras que a nivel mundial, más de 500,000 meteoros entran en la atmósfera terrestre anualmente.

Este evento subraya la fascinación del público por los fenómenos celestes y la importancia de la observación científica. La energía liberada, aunque significativa en términos científicos, no causó daños reportados, lo que resalta la frecuencia con la que el material meteórico se desintegra inofensivamente en la atmósfera. La falta de confirmación sobre el aterrizaje de fragmentos de meteoritos deja un velo de misterio, un desenlace común en muchos de estos espectaculares eventos cósmicos.

Fuentes

  • Dimsum Daily

  • Kyodo News

  • The Watchers

  • Channel News Asia

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