En las primeras horas de la madrugada del 20 de septiembre de 2025, los cielos de la Región de la Capital Nacional (NCR) de la India, incluyendo Delhi, Noida, Ghaziabad y Gurgaon, fueron testigos de un extraordinario fenómeno celestial. Alrededor de la 1:20 AM IST, un objeto brillante surcó el firmamento, cautivando a los residentes y generando un intenso debate en las redes sociales, donde muchos lo describieron como una "explosión de estrella fugaz" por su deslumbrante estela y posterior fragmentación en piezas incandescentes.
Inicialmente, los expertos en astronomía identificaron el evento como un bólido, un tipo de meteoro que se desintegra espectacularmente al entrar en la atmósfera terrestre debido a la intensa fricción y el calor. La luminosidad del fenómeno, que eclipsó las luces de la ciudad durante unos breves segundos, y su fragmentación en múltiples fragmentos brillantes, sugirieron que se trataba de una roca espacial considerable que se quemó de manera impresionante. La Sociedad Americana de Meteoros había señalado previamente que septiembre es un mes de actividad meteorológica, aunque eventos aislados como este pueden ocurrir fuera de las lluvias de meteoros predichas.
Sin embargo, análisis posteriores y la viralización de videos del evento introdujeron una nueva perspectiva. Diversas fuentes y comentarios de expertos sugirieron que el espectáculo podría no haber sido puramente natural, sino más bien desechos espaciales. Específicamente, existe una fuerte hipótesis de que se tratara de la reentrada de una etapa del cohete Long March 3B de China (CZ-3B R/B, ID 61188). La Corporación Aeroespacial había predicho la reentrada de este objeto para el 19 de septiembre de 2025, y el momento del evento en Delhi se alineó con esta predicción.
Las características observadas, como una velocidad aparente relativamente lenta y la fragmentación visible, son consistentes con la desintegración de objetos hechos por el hombre al reingresar a la atmósfera. Esta dualidad de interpretaciones – un bólido natural versus desechos espaciales – subrayó la complejidad de observar el cosmos y la constante evolución de nuestro entendimiento.
Mientras algunos testigos reportaron haber escuchado un leve estruendo, las autoridades no emitieron confirmaciones oficiales sobre impactos o daños. Lo que sí es innegable es la profunda impresión que dejó en quienes lo presenciaron, recordándonos la vastedad del universo y nuestra propia conexión con él. Estos eventos, ya sean de origen cósmico o terrestre, invitaron a una contemplación más profunda y a la apreciación de los momentos que unen a la comunidad en una experiencia compartida de asombro.