Perú está impulsando activamente el turismo sostenible mediante el reconocimiento oficial y la protección de sus "Árboles Patrimoniales". Estos árboles ancestrales, que son guardianes de la historia, la biodiversidad y el atractivo turístico, ya están registrados a través de ordenanzas municipales en 18 regiones del país, sumando un total de 141 especímenes documentados hasta la fecha.
La distinción de "Árbol Patrimonial" se otorga a ejemplares que destacan por su longevidad, tamaño imponente, formas únicas, belleza natural, o por su significativa contribución a la preservación de la flora y fauna local, además de su valor cultural e histórico. El Ministerio del Ambiente (Minam) ha habilitado una plataforma de visualización pública de estos árboles, accesible a través del Sistema Nacional de Información Ambiental (SINIA), y está llevando a cabo campañas de concienciación para fomentar su cuidado y apreciación.
La designación de un árbol como patrimonial implica un proceso colaborativo entre el Minam y los gobiernos locales, que requiere una documentación exhaustiva y el cumplimiento de criterios como la monumentalidad, longevidad, simbolismo y vulnerabilidad. La participación ciudadana es fundamental, invitando a individuos y organizaciones a proponer ejemplares que cumplan con los requisitos establecidos. Esta estrategia subraya la importancia de los bosques urbanos como elementos vitales para la resiliencia ambiental.
Estos venerables árboles no solo embellecen el paisaje, sino que también representan un atractivo turístico significativo, atrayendo a visitantes interesados en la profunda conexión entre la naturaleza y la cultura peruana. El reconocimiento de estos árboles se alinea con el creciente interés global por el turismo verde y sostenible, un sector que se proyecta a triplicar su valor en los próximos cinco años, con un 85% de viajeros considerando el turismo ecológico como un factor crucial.
Perú, con sus nueve destinos reconocidos entre los más sostenibles del mundo en 2021, se posiciona como un referente en esta materia. La protección de estos árboles ancestrales es una inversión en el patrimonio natural y cultural del Perú, promoviendo un turismo responsable que beneficia a las comunidades locales y preserva la riqueza biológica del país para las futuras generaciones. La iniciativa busca no solo salvaguardar estos monumentos vivientes, sino también educar y sensibilizar a la población sobre la importancia de su conservación, reconociendo su valor como parte intrínseca de la identidad y el futuro del Perú.