Descubrimiento de una Rara Turbera Calcárea en el Orne que Alberga Poblaciones Protegidas de Orquídeas

Recientemente se ha confirmado la existencia de una singular turbera calcárea dentro de los límites de la finca de Suáze, ubicada en el departamento francés de Orne. Este humedal se distingue notablemente de las turberas ácidas, más comunes en la región. Sus condiciones edáficas únicas, determinadas por la alcalinidad del sustrato, crean un hábitat idóneo para el desarrollo de una flora excepcionalmente rica, que incluye especies vegetales catalogadas como protegidas.

A diferencia de las turberas ácidas que se forman en condiciones de drenaje específico, las turberas alcalinas prosperan allí donde los acuíferos son ricos en caliza. La saturación constante de agua en estos entornos facilita la acumulación progresiva de turba, dando lugar a este ecosistema tan particular y valioso.

Este hallazgo se materializó gracias a la vigilancia y el ojo avizor de los propietarios del terreno, los señores Aline y Olivier Le Grand. Para la correcta identificación y validación de la turbera, contaron con el apoyo técnico de expertos de la Asociación de Fauna y Flora del Orne (AFFO), una entidad con trayectoria desde principios de la década de 1980, y del Parque Natural Regional del Perche (PNPR). El área afectada abarca unos 1.300 metros cuadrados. Es importante señalar que una porción de este terreno había sido previamente drenada por antiguos gestores de la propiedad, lo que subraya la necesidad de su recuperación.

La trascendencia ecológica de este descubrimiento es incuestionable, principalmente por la presencia de poblaciones viables de dos especies de orquídeas que gozan de protección legal. Se trata del Epipactis palustris, conocido como orquídea de pantano manchada, y la Anacamptis palustris, o una especie muy cercana dentro del mismo género. Los censos recientes han arrojado cifras alentadoras: aproximadamente 300 ejemplares de Epipactis palustris y 250 de Anacamptis palustris, lo que indica un estado de salud notable para la flora local.

El Epipactis palustris, en particular, tiene predilección por los terrenos húmedos y ricos en cal, y sus poblaciones a nivel europeo enfrentan serios peligros. La principal amenaza radica en el drenaje de sus hábitats naturales y la contaminación de las aguas subterráneas por el uso excesivo de fertilizantes agrícolas en las cercanías. La supervivencia de estos ejemplares en Suáze es, por tanto, un pequeño triunfo para la biodiversidad regional.

Con el objetivo de asegurar la perdurabilidad de este valioso ecosistema, ya se están planificando las labores de restauración hidrológica. Estas intervenciones están programadas para llevarse a cabo durante el ciclo 2025/2026, buscando revertir los efectos del drenaje pasado y restaurar el equilibrio hídrico natural de la turbera.

Los propietarios de la finca, Aline y Olivier Le Grand, han manifestado su intención de abrir el sitio al público bajo supervisión. Planean organizar visitas guiadas o “paseos ecológicos” durante las Jornadas Europeas del Patrimonio. Esta iniciativa busca sensibilizar a la comunidad sobre la importancia de conservar este tipo de biotopos tan frágiles y singulares, asegurando que el valor de la turbera calcárea del Orne sea reconocido por todos.