Un estudio reciente publicado en Nature Geoscience el 3 de octubre de 2025, y liderado por investigadores del Instituto Meteorológico Danés (DMI) en colaboración con la Universidad Técnica de Dinamarca y la Universidad de Leeds, alerta sobre una transformación alarmante en la Antártida. La investigación, titulada "La Gronlandización de la Antártida", señala que el continente está experimentando cambios que recuerdan a los observados en Groenlandia hace dos o tres décadas, incluyendo el colapso de plataformas de hielo y una aceleración en la fusión de glaciares. Ruth Mottram, climatóloga del DMI, ha indicado que las compilaciones de hallazgos de investigación y observaciones satelitales apuntan a una metamorfosis gradual de la Antártida, asemejándose a Groenlandia de hace veinte a treinta años, con un preocupante colapso de hielo marino y un derretimiento glacial cada vez más rápido.
Durante mucho tiempo considerada una masa de hielo más estable que el Ártico, la Antártida está ahora inmersa en una preocupante evolución. Mediante observaciones satelitales, los científicos son testigos de la contracción de las plataformas de hielo, una aceleración en el flujo de glaciares hacia el mar y la desaparición del hielo marino. Estos fenómenos revisten una importancia crítica, dado el inmenso potencial de aumento del nivel del mar que albergan las masas de hielo del sur. Desde la década de 1990, la Antártida ha contribuido aproximadamente siete milímetros al aumento global del nivel del mar.
Si bien el derretimiento del hielo de Groenlandia ha sido durante mucho tiempo un símbolo del cambio climático, sus repercusiones en los niveles del mar serían menos severas que las de la Antártida, especialmente para naciones de baja altitud como Dinamarca. La Antártida es de mayor relevancia para estos países, ya que un metro cúbico de hielo derretido en la Antártida provoca un aumento del nivel del mar superior al de un metro cúbico procedente de Groenlandia. La razón de esta disparidad radica en que, al derretirse las capas de hielo, el agua no se distribuye uniformemente por todo el planeta. El derretimiento del hielo en la Antártida se redistribuye de tal manera que afecta y afectará a nuestras latitudes de forma más pronunciada que una cantidad equivalente originada en Groenlandia.
El colapso de la capa de hielo de la Antártida Occidental, por sí solo, podría acarrear un aumento del nivel del mar de más de 4,8 metros (aproximadamente 16 pies), lo que tendría consecuencias dramáticas para Dinamarca, con sus costas bajas, ciudades costeras e infraestructuras vulnerables. Esta alarmante síntesis coincide con las conclusiones de una conferencia organizada por la Royal Society los días 29 y 30 de septiembre de 2025 en Londres, bajo el lema "Impactos Globales de los Extremos Climáticos en las Regiones Polares: ¿Está la Antártida Alcanzando un Punto de Inflexión?". Los científicos advirtieron sobre cambios mucho más rápidos en la Antártida desde 2016 y sus consecuencias a nivel mundial.
Los últimos dos años han estado marcados por fenómenos extremos sin precedentes en la Antártida, vinculados al cambio climático, incluyendo un hielo marino invernal excepcionalmente bajo y una aceleración del derretimiento del hielo. Por ejemplo, el hielo marino invernal de la Antártida en 2025 alcanzó su tercer nivel más bajo en casi medio siglo, un claro indicador de la trayectoria de calentamiento del planeta. El profesor Michael Meredith, oceanógrafo y líder científico en el British Antarctic Survey, expresó su inquietud, afirmando que "la Antártida está evolucionando más rápido de lo que hubiéramos imaginado". Enfatizó la urgencia de actuar sin demora para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y fortalecer la resiliencia, a fin de evitar cruzar umbrales peligrosos. Estos cambios extremos en la Antártida reflejan el patrón observado previamente en Groenlandia. Por ello, es fundamental reducir las emisiones y el calentamiento global ahora para prevenir un aumento mucho mayor del nivel del mar en el futuro.