Un estudio reciente ha identificado la presencia de compuestos específicos de la nuez de betel en muestras de cálculo dental de un entierro de hace aproximadamente 4,000 años en el sudeste asiático. Este hallazgo proporciona la evidencia más antigua conocida del consumo de esta nuez en la región.
La investigación se centró en el análisis de residuos biomoleculares en el cálculo dental de restos humanos de la Edad de Bronce. Los resultados confirmaron la presencia de compuestos derivados de la nuez de betel, indicando su consumo en tiempos prehistóricos.
Este avance metodológico permite a los arqueólogos detectar rastros de sustancias psicoactivas en restos humanos, ofreciendo una visión más profunda de las prácticas culturales y sociales de las comunidades antiguas. La identificación de estos compuestos en el cálculo dental proporciona evidencia directa de comportamientos que no dejaron marcas físicas evidentes en los restos arqueológicos.
El consumo de la nuez de betel, conocida por sus efectos estimulantes, podría haber tenido un papel en ceremonias sociales o espirituales, promoviendo estados de alerta y conexión entre los miembros de la comunidad. Este descubrimiento resalta la importancia de la investigación arqueológica con herramientas biomoleculares para comprender mejor las prácticas y tradiciones de las sociedades antiguas.
Además, el estudio destaca la relevancia de la investigación arqueológica con herramientas biomoleculares para comprender mejor las prácticas y tradiciones de las sociedades antiguas, proporcionando una perspectiva más completa de su interacción con el entorno y entre sí.