Un hallazgo arqueológico significativo ha emergido en las escarpadas Montañas Latmos (Beşparmak) de Turquía, con el descubrimiento de nuevas pinturas rupestres que se estima tienen aproximadamente 8.000 años de antigüedad. La Junta Regional de Protección de Bienes Culturales de Aydın ha designado oficialmente esta área como Sitio Arqueológico de Primera Clase, subrayando su importancia histórica y cultural. Bahattin Sürücü, presidente de EKODOSD (Asociación para la Protección del Ecosistema y los Amantes de la Naturaleza), informó que durante las investigaciones en la región se encontró un tercer conjunto de pinturas rupestres en una ubicación alejada del centro de la montaña. Este descubrimiento, adicional a los ya identificados en la aldea de Sağlık y las Montañas Madran, sugiere una distribución geográfica más amplia de estas antiguas obras de arte. Sürücü destacó que el terreno accidentado y elevado donde se encontraron las pinturas rupestres podría albergar muchos más artefactos aún por descubrir. Por ello, enfatizó la necesidad de un enfoque de conservación integral para la investigación y protección de estas pinturas, que arrojan luz sobre el pasado de Latmos, y para su promoción como parte del patrimonio turco.
La primera documentación de pinturas rupestres en las Montañas Latmos data de 1994, cuando el arqueólogo alemán Dr. Anneliese Peschlow fue guiada por un apicultor local a un sitio con arte rupestre prehistórico. Desde entonces, se han documentado y estudiado cientos de estas manifestaciones artísticas. Las pinturas rupestres de Latmos son únicas en su temática, centrándose principalmente en figuras humanas, relaciones hombre-mujer y escenas familiares, a diferencia de las pinturas de la Edad de Hielo de Europa Occidental que a menudo representan animales. Estas obras de arte, que datan del Neolítico tardío hasta la Edad del Calcolítico (6º-5º milenio a.C.), ofrecen una visión invaluable de la vida social y el pensamiento religioso de las comunidades sedentarias tempranas. Sin embargo, la región de Latmos enfrenta amenazas significativas. Sürücü expresó su preocupación por el impacto de proyectos de minería, energía eólica (WPP) y energía solar (SPP) en esta área de valor natural y cultural excepcional. Si bien estos proyectos pueden ser necesarios, su implementación no debe comprometer sitios de patrimonio tan singulares. La legislación turca, a través de la Ley de Protección de Bienes Culturales y Naturales (Ley N.º 2863), establece protecciones estrictas para estos recursos, declarando que todos los bienes culturales y naturales son propiedad del estado y su transferencia sin autorización gubernamental es ilegal. A pesar de estas medidas, la presión de las actividades industriales sobre áreas de patrimonio cultural sigue siendo una preocupación constante. La Junta Regional de Protección de Bienes Culturales de Aydın ha completado el proceso de registro de las pinturas rupestres y hallazgos arqueológicos identificados en las Montañas Latmos, colocando el área bajo protección como Sitio Arqueológico de Primera Clase. Este reconocimiento es un paso crucial para salvaguardar este legado para las generaciones futuras, asegurando que las historias grabadas en piedra puedan seguir inspirando y educando.