El equipo de "Shipwreck Hunters Australia" ha anunciado el hallazgo de dos importantes naufragios frente a la costa de Australia Occidental. Estos descubrimientos, que se revelan en la segunda temporada de la serie, incluyen el Rodondo, un barco de pasajeros que se hundió en 1894, y el Langstone, un buque mercante noruego que tuvo su fin en 1902. Estos hallazgos arrojan luz sobre la rica y a menudo trágica historia marítima de la región.
El Rodondo, un vapor de pasajeros de 73 metros de eslora, se hundió tras chocar contra el arrecife Pollock cerca de la Isla Salisbury el 7 de octubre de 1894, debido a un error de navegación. El barco, que transportaba pasajeros durante la fiebre del oro, sufrió daños graves. A pesar del pánico y la pérdida de al menos cuatro pasajeros, muchos sobrevivieron, incluidos dos niños, Jesse y Alex. Jesse se convirtió en enfermera y sirvió durante la pandemia de gripe española, mientras que Alex luchó en Gallipoli, destacando la resiliencia humana ante la adversidad.
Menos de una década después, el Langstone, un buque mercante noruego con casco de hierro de 56 metros de eslora, se encontró con un destino similar. Zarpo de Bunbury el 8 de febrero de 1902, cargado de madera con destino a Londres. Un fuerte temporal pocas horas después de su partida lo lanzó contra el arrecife Naturaliste, provocando su hundimiento en tan solo media hora. Aunque los 13 tripulantes sobrevivieron inicialmente, el joven marinero Andreas Larsen falleció esa noche por agotamiento.
Estos naufragios, ubicados cerca de la Isla Salisbury y el Arrecife Naturaliste respectivamente, son considerados cápsulas del tiempo submarinas. El equipo de "Shipwreck Hunters Australia", en colaboración con arqueólogos marítimos del Museo de Australia Occidental, como la Dra. Ross Anderson y la Dra. Deb Shefi, empleó tecnología avanzada de mapeo del lecho marino y una exhaustiva investigación de archivos para localizar estos vestigios. La serie destaca la costa de Australia Occidental como un área con más de 1.600 naufragios conocidos, apodada la "Costa del Tesoro". El equipo planea preservar estos pecios in situ, permitiéndoles continuar sirviendo como sitios históricos y hábitats marinos.