La liberación completa de los hielos de Thwaites podría elevar el nivel global del mar en unos 65 centímetros.
La intensificación de las fracturas internas del glaciar Thwaites, el 'Glaciar del Juicio Final', acelera su desintegración
Editado por: Uliana S.
La tensión interna que afecta al Glaciar Thwaites, tristemente conocido como el «Glaciar del Juicio Final», está experimentando un aumento significativo y alarmante. Según la comunidad científica, esta escalada de presión interna presagia un colapso mucho más rápido de lo anticipado, con consecuencias potencialmente catastróficas para las líneas costeras a nivel mundial. La evidencia recopilada mediante datos satelitales de alta resolución e investigaciones exhaustivas demuestra que las fisuras laberínticas que atraviesan la estructura helada no solo se están haciendo más profundas con el tiempo, sino que también se expanden de manera progresiva y acelerada. Estas profundas fracturas internas se han convertido en canales directos y eficientes, facilitando la infiltración de agua oceánica más cálida hacia la base del glaciar. Este mecanismo provoca una fusión acelerada desde abajo, socavando gravemente la integridad estructural general de este gigantesco cuerpo de hielo antártico.
Este proceso de destrucción interna, que se manifiesta en la base del glaciar, parece haberse consolidado como el factor dominante de la inestabilidad actual, eclipsando el impacto de la fusión superficial o externa causada por el calentamiento global del océano. Es crucial comprender la magnitud del riesgo que enfrentamos: la liberación total del volumen de hielo contenido en Thwaites tiene la capacidad de elevar el nivel medio del mar global en unos alarmantes 65 centímetros. Además, el Glaciar Thwaites, cuya anchura es comparable a la extensión territorial del Reino Unido, desempeña un papel absolutamente crítico en la estabilidad regional, ya que funciona como un soporte vital para las vastas masas de hielo adyacentes en la Antártida Occidental. Por consiguiente, su eventual desmoronamiento podría desencadenar una peligrosa reacción en cadena, acelerando drásticamente la pérdida de hielo en toda la región polar de forma irreversible.
Los estudios de campo han revelado detalles cruciales sobre la complejidad de esta degradación. Las investigaciones llevadas a cabo utilizando el robot submarino Icefin, una herramienta tecnológica avanzada que logró penetrar profundidades de hasta 607 metros bajo el hielo, identificaron que la acumulación de sal en las grietas también contribuye de manera significativa a acelerar el proceso de desintegración basal. Científicos de la prestigiosa Universidad Estatal de Pensilvania han desarrollado y aplicado una nueva metodología de análisis, fundamentada rigurosamente en la información recopilada por el satélite NASA ICESat-2 durante el periodo comprendido entre 2018 y 2024. Este análisis detallado ha revelado que la porción oriental de la plataforma de hielo de Thwaites es la más vulnerable y la que presenta el mayor grado de fracturación. Investigadores clave, entre ellos Shuze Wang, insisten en que el comportamiento dinámico y evolutivo de estas fallas es sustancialmente más complejo de lo que se había postulado en los modelos climáticos simplificados, y su crecimiento incesante podría estar empujando al glaciar hacia un punto de inflexión irreversible.
La contribución actual de Thwaites al aumento del nivel del mar ya es considerable, situándose en torno al 4% del incremento anual, lo que implica la descarga de miles de millones de toneladas de hielo en el océano cada año. Si la plataforma de hielo flotante, que actúa como una barrera natural de contención, llegara a colapsar por completo, la aportación del glaciar al incremento del nivel del mar podría dispararse hasta en un 25%. Los miembros de la Colaboración Internacional del Glaciar Thwaites (ITGC), una iniciativa científica global puesta en marcha en 2018, destacan que estos recientes descubrimientos sobre la compleja estructura interna del hielo —incluyendo la existencia de una red de lagos ocultos o la asimetría observada en las fisuras— exigen una reevaluación fundamental de la dinámica de los sistemas planetarios y, por extensión, de nuestra posición y responsabilidad en la gestión de los riesgos climáticos globales.
Fuentes
ND
CNN Brasil
National Geographic Brasil
UOL
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