El 13 de agosto de 2025, aproximadamente a las 16:00 hora local, un meteoro de notable luminosidad fue observado cruzando el cielo sobre la remota Estación Vostok, en la Antártida. El fenómeno dejó una estela blanca persistente en la atmósfera por más de treinta minutos, capturando el interés científico por su rareza en la región. El Instituto de Investigación Ártico y Antártico (AARI) ha señalado la escasez de documentación fotográfica y en video de eventos astronómicos en la Antártida, debido a las dificultades logísticas y climáticas que presenta el continente.
Sergey Drozdov, investigador del Centro Astronómico del Instituto Físico P.N. Lebedev, sugirió la posibilidad de que fragmentos del meteoro, conocidos como meteoritos, hayan impactado la superficie terrestre. Estos hallazgos potenciales podrían ofrecer información valiosa sobre la composición de objetos extraterrestres y el origen del sistema solar. La Antártida, con sus extensos campos de hielo, es un sitio propicio para el descubrimiento de meteoritos, ya que el clima frío y seco favorece su preservación, contribuyendo a que más del 60% de los meteoritos encontrados en la Tierra provengan de este continente. La Estación Vostok, establecida en 1957 y conocida por registrar la temperatura más baja del planeta (-89.2 °C), es un observatorio único, aunque desafiante, para la investigación científica que abarca desde la climatología hasta la magnetosfera, subrayando el potencial antártico para la observación de eventos cósmicos.