Las Pardelas y su Rol como Fertilizantes Voladores para los Océanos

Editado por: Olga Samsonova

Un estudio reciente realizado en Japón ha arrojado luz sobre el fascinante comportamiento de las pardelas de Streaked (Calonectris leucomelas), revelando su importante papel en el reciclaje de nutrientes marinos. Estas aves marinas liberan guano rico en nutrientes mientras vuelan, contribuyendo de manera significativa a los ecosistemas oceánicos.

Los investigadores observaron que las pardelas estudiadas en la isla Funakoshi Ohshima defecaban casi exclusivamente en el aire, con intervalos de entre 4 y 10 minutos. Se postula que este comportamiento podría ser una estrategia para mantener la higiene o para evitar la depredación mientras se encuentran en el agua. El guano resultante, cargado de nitrógeno y fósforo, actúa como un fertilizante natural, promoviendo el crecimiento del plancton y sustentando las redes alimentarias marinas, especialmente en áreas con escasez de nutrientes.

Históricamente, el guano de aves marinas ha sido un recurso valioso para la humanidad, utilizado como fertilizante, en la producción de pólvora e incluso en tratamientos para la piel. Civilizaciones como la Inca dependían del guano para fertilizar sus cultivos en terrenos pobres, implementando leyes estrictas para proteger a las colonias de aves marinas. En el siglo XIX, el comercio de guano impulsó la agricultura intensiva y la colonización de islas remotas. Las rutas migratorias de estas aves incluyen regiones tropicales como los mares del norte de Nueva Guinea, el mar de Arafura y el mar de China Meridional, cubriendo distancias de hasta 5.400 km.

Un avistamiento inusual de una pardela de Streaked cerca de la Bahía de Delaware en mayo de 2025 es el primer caso documentado en el Atlántico Norte y subraya la importancia de la conservación de estas aves y sus patrones migratorios. La Bahía de Delaware es un punto de parada vital para aves migratorias como el Correlimos gordo, cuyas poblaciones han disminuido drásticamente en las últimas décadas, evidenciando la necesidad de proteger estos hábitats críticos. A nivel mundial, se estima que 840 millones de aves marinas contribuyen al ciclo de nutrientes, liberando anualmente aproximadamente 591.000 toneladas de nitrógeno y 99.000 toneladas de fósforo. La comprensión de estas aves y sus contribuciones ecológicas es fundamental para desarrollar estrategias de conservación efectivas que protejan tanto a las especies como a los ecosistemas marinos de los que dependen.

Fuentes

  • The Cool Down

  • Audubon Magazine

  • PMC

  • Coast TV

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