El otoño de 2025 se ha convertido en un periodo de intensa actividad para las grullas que migran a través de China, un fenómeno que sirve como indicador clave de la salud de los ecosistemas nacionales. En el Parque Nacional de Humedales de Shangdu, en Mongolia Interior, se ha registrado una congregación significativa de aproximadamente 60.000 grullas. Entre ellas, se destacan unas 400 aves de la Grulla Nívea, una especie catalogada con protección de primer nivel nacional. Estas aves, siguiendo sus patrones migratorios ancestrales, se preparan para continuar su viaje hacia el sur a mediados de noviembre, tras su escala en esta región.
La actividad migratoria se extiende a otras áreas geográficas importantes para la conservación. En la Reserva Natural Nacional Sanjiang, ubicada en la provincia de Heilongjiang, también se ha documentado un aumento en el número de estas aves preparándose para su ruta invernal. Los especialistas predicen que, a medida que las masas de aire frío avancen hacia el sur, el grueso de la migración concluirá hacia finales de octubre. Las bandadas se dirigirán principalmente hacia la cuenca del río Yangtsé y otras zonas más meridionales para pasar el invierno. Incluso la capital, Beijing, ha experimentado recientemente un fenómeno denominado "ola de grullas", atribuido a la concentración de especies más pequeñas durante este pico migratorio que se extenderá hasta noviembre.
A pesar del esplendor del espectáculo migratorio actual, la supervivencia a largo plazo de las grullas enfrenta serios desafíos. Desde la década de 1980, se ha observado un declive poblacional en 19 de las 28 especies de grullas de humedal. La alteración de sus hábitats, las fluctuaciones climáticas y la presión de las actividades humanas son los factores principales que amenazan su continuidad. La ornitóloga Su Liying, con más de cuatro décadas de experiencia, subraya que la protección de los humedales es fundamental para la supervivencia de especies que requieren entornos muy específicos, como la grulla de corona roja.
En respuesta a estas amenazas, se están implementando activamente esfuerzos de restauración ecológica. La ciudad de Dongtai, por ejemplo, está llevando a cabo una labor considerable al recuperar humedales previamente abandonados y restaurar marismas costeras, ampliando así las zonas seguras para estas aves. Asimismo, la colaboración entre instituciones es crucial; cinco reservas naturales, incluyendo Yancheng en Jiangsu y Zhalong en Heilongjiang, han formado una alianza para salvaguardar especies vulnerables como la grulla de coronilla roja, de la cual se estima que quedan solo alrededor de 1.000 ejemplares en libertad, con más de 600 residiendo en China. La dedicación a la restauración, ejemplificada por el éxito en la cría de más de 270 grullas de coronilla roja en las marismas de Panjin mediante métodos combinados, demuestra que la intervención consciente puede revertir tendencias negativas y asegurar la continuidad de este ciclo vital.