Un Nuevo Estudio Revela que los Peces del Mediterráneo Pueden Distinguir a los Buzos Individuales Basándose en Señales Visuales

Editado por: Inna Horoshkina One

Un estudio reciente del Instituto Max Planck de Comportamiento Animal revela que los peces salvajes del Mediterráneo, específicamente dos especies de besugo, pueden distinguir entre buzos humanos individuales. Este descubrimiento desafía las suposiciones previas sobre las habilidades cognitivas de los peces y sus interacciones con los humanos.

Los investigadores observaron que estos peces seguían a buzos específicos que previamente proporcionaban recompensas de comida, ignorando a otros. Para investigar más a fondo, se realizaron experimentos donde se introdujeron buzos con distintos equipos de buceo. Los peces aprendieron rápidamente a asociar ciertos equipos, particularmente elementos de color, con el buzo que proporcionaba la comida.

El estudio involucró el entrenamiento de los peces para seguir a una buceadora, Katinka Soller, quien inicialmente usó señales brillantes y recompensas de comida. Con el tiempo, las señales se redujeron hasta que los peces la siguieron basándose únicamente en su equipo de buceo. Cuando otro buzo, Maëlan Tomasek, con un equipo diferente se unió, los peces inicialmente siguieron a ambos, pero pronto aprendieron a favorecer a Soller, quien constantemente proporcionaba comida. Cuando ambos buzos usaron equipo idéntico, los peces ya no pudieron distinguirlos.

Esta investigación demuestra que los peces salvajes poseen la capacidad de reconocer a los humanos individuales basándose en señales visuales y pueden formar relaciones diferenciadas con ellos, impulsadas por asociaciones aprendidas y recompensas.

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