Ratas: Compañeras Pasadas por Alto

Editado por: Uliana S.

Al pensar en mascotas, a menudo se nos vienen a la mente los perros y los gatos. Sin embargo, la rata, que a menudo se considera negativamente, se ha adaptado con éxito a la vida humana y es uno de los animales más extendidos del planeta.

El debate científico sobre cómo comenzó la domesticación continúa, con evidencia que sugiere que comenzó hace unos 30,000 años, cuando los lobos comenzaron a unirse a los humanos. Un cambio significativo ocurrió cuando los colonizadores europeos encontraron a pueblos indígenas en América, quienes veían a los animales como miembros integrales de sus vidas, en contraste con la perspectiva europea que a menudo los relegaba a roles subordinados.

La relación entre humanos y perros es particularmente notable, ya que comparten problemas de salud con sus dueños, lo que indica una conexión que va más allá de la simple compañía. La investigación sugiere que los perros sufren de 'enfermedades de civilización' similares a las de los humanos, lo que resalta su papel como indicadores de la salud humana.

A pesar de la popularidad de los perros y los gatos, las ratas se han adaptado increíblemente bien a los entornos humanos. Se encuentran casi en todas partes, y las estimaciones sugieren que su población rivaliza con la de los humanos. Sin embargo, su reputación está empañada por asociaciones con enfermedades y condiciones insalubres.

Las ratas han viajado por el mundo en dos grandes oleadas desde Asia, siendo la rata negra la primera en asociarse estrechamente con los humanos. La rata marrón más tarde emergió como la especie dominante debido a su adaptabilidad y capacidades reproductivas. Las ratas pueden reproducirse rápidamente, lo que conduce a poblaciones que son difíciles de controlar una vez establecidas.

Curiosamente, la cría de ratas tiene una historia que incluye tanto deportes macabros en Inglaterra en los siglos XVIII y XIX como la cría selectiva por rasgos como el color en Japón. A finales del siglo XIX, las ratas se convirtieron en esenciales en la investigación científica, llevando a descubrimientos en varios campos, incluidas las neurociencias.

Estudios recientes han revelado que las ratas poseen habilidades emocionales y cognitivas, como la empatía y el aprendizaje social. Pueden exhibir comportamientos optimistas o pesimistas y reaccionar al sufrimiento de otros, lo que invita a reconsiderar su estatus en el reino animal.

En última instancia, las ratas merecen una mejor reputación, ya que han contribuido significativamente al conocimiento humano y continúan mostrando comportamientos complejos que desafían nuestra comprensión de la inteligencia animal.

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