El wallaby de Parma, una especie vulnerable en Australia, enfrenta amenazas crecientes por depredación y pérdida de hábitat. Expertos de la Universidad Nacional de Australia (ANU) enfatizan la necesidad de crear más refugios libres de zorros para asegurar la supervivencia de este marsupial.
Conocido como el wallaby de garganta blanca, el wallaby de Parma está clasificado como Casi Amenazado por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) y se encuentra principalmente a lo largo de la Great Dividing Range en el norte de Nueva Gales del Sur.
El profesor George Wilson, coautor de un estudio reciente publicado en Australian Zoologist, destaca que la depredación es una preocupación significativa. Cita el devastador impacto de los incendios forestales del verano negro en sus poblaciones y hábitats, lo que ha aumentado su riesgo de extinción.
Los intentos de reintroducir wallabies de Parma cerca de Robertson, NSW, fracasaron cuando los zorros mataron a más de 40 individuos en tres meses. En contraste, en Nueva Zelanda libre de zorros, las autoridades trabajan para controlar la sobreabundancia de wallabies de Parma.
Wilson aboga por el establecimiento de más refugios privados y programas de cría en cautiverio, señalando que un recinto libre de depredadores en Mount Wilson ha tenido éxito.
El programa Saving Our Species del gobierno de Nueva Gales del Sur ha esbozado estrategias de conservación, pero Wilson argumenta que no es suficiente para proporcionar refugios adecuados, que son cruciales para la seguridad de las poblaciones durante los incendios y para la gestión de enfermedades y genética.
El Servicio de Parques Nacionales y Vida Silvestre de NSW está construyendo actualmente un recinto en Ngambaa Nature Reserve para reubicar algunos wallabies de Parma, aunque los investigadores enfatizan que se necesitan más instalaciones.
Samaa Kalsia de Australian Wildlife Services señala que las estrategias de conservación actuales son más aspiracionales que prácticas, citando una falta de comprensión de las necesidades de hábitat y alimento de la especie. Ella enfatiza la necesidad de investigación y de incentivos para que los propietarios privados apoyen los esfuerzos de conservación.
Sin una mayor colaboración y la creación de más santuarios, las amenazas para el wallaby de Parma podrían persistir, poniendo en peligro su futuro en la naturaleza.