El 18 de agosto de 2025, el índice S&P/ASX 200 de Australia alcanzó un nuevo récord, cerrando en 8.959,30 puntos, impulsado por una oleada de resultados corporativos positivos. El índice más amplio, el All Ordinaries, también experimentó ganancias, terminando la jornada en 9.226,8 puntos.
Los principales bancos australianos mostraron una fortaleza notable. El Commonwealth Bank of Australia (CBA) anunció beneficios récord de 10.250 millones de dólares australianos para el año fiscal 2025, un aumento del 4% respecto al año anterior, atribuido a un mayor volumen de préstamos y a una gestión prudente del balance. El CEO del CBA, Matt Comyn, destacó la resiliencia de la economía australiana, apoyada por un mercado laboral saludable y la inversión del sector público. Por su parte, el National Australia Bank (NAB) reportó un ligero aumento en sus beneficios de efectivo del tercer trimestre, alcanzando los 1.770 millones de dólares australianos, un 1% más que el promedio del primer semestre de 2025. Este resultado se vio favorecido por la expansión del margen de interés neto y el crecimiento de los préstamos hipotecarios y empresariales, a pesar de un aumento en los cargos por provisiones crediticias.
Los sectores financiero y inmobiliario experimentaron aumentos significativos en los precios de sus acciones, reflejando la confianza del mercado en la solidez de estas instituciones. Sin embargo, los sectores de materiales y energía sufrieron descensos debido a la caída de los precios de las materias primas, como el mineral de hierro y el carbón, aunque el índice de precios de exportación de materias primas de Westpac mostró un aumento general del 3,0% en el último mes.
En el ámbito macroeconómico, el Banco de la Reserva de Australia (RBA) mantuvo su tasa de efectivo en el 3,60% en su reunión de agosto, señalando una postura cautelosamente acomodaticia ante la moderación de la inflación. Las previsiones apuntan a un crecimiento del PIB del 2% para 2025, con una tasa de desempleo que se espera se estabilice por debajo del 4,5%. El dólar australiano se fortaleció hasta los 0,6515 centavos de dólar estadounidense, influenciado por los movimientos positivos de los precios de las materias primas y una perspectiva económica relativamente estable.
Los inversores siguen atentos a los próximos informes de resultados para evaluar el rendimiento de las empresas en medio de las incertidumbres económicas globales, como las tensiones arancelarias y las fluctuaciones en los mercados de materias primas. A pesar de las presiones en algunos sectores, la tendencia general del mercado australiano es de optimismo, anticipando posibles recortes de tipos de interés por parte de la Reserva Federal de EE.UU. que podrían impulsar aún más las ganancias del mercado. Históricamente, los mercados tienden a continuar su trayectoria alcista tras alcanzar máximos históricos, lo que sugiere un potencial de crecimiento continuado, aunque con la posibilidad de correcciones a corto plazo.