Ethereum (ETH) ha alcanzado un hito significativo al superar la barrera de los $4,000, cotizando actualmente alrededor de los $4,200. Este logro representa un aumento del 180% desde sus mínimos de mayo de 2025, cuando se situaba en $1,500. El repunte se atribuye a la aprobación de los ETFs de éter al contado en 2024 y a la esperada actualización "Pectra" a mediados de 2025, diseñada para potenciar la escalabilidad de la red.
La inversión institucional ha sido un factor determinante, con $3.5 mil millones en activos bajo gestión en los ETFs para mediados de 2025, lo que subraya un cambio en la percepción de Ethereum como un activo de inversión legítimo. Sin embargo, los analistas advierten sobre la cautela a medida que ETH se acerca a un nivel de resistencia histórico de $4,400, un umbral que históricamente ha provocado presión de venta. Las métricas en cadena muestran una divergencia: mientras que la Proporción de Suministro en Bolsa (ESR) general ha disminuido desde 2022, indicando que los inversores prefieren mantener sus ETH, la ESR de Binance ha aumentado desde principios de 2025, lo que sugiere una posible toma de beneficios a corto plazo o actividad de arbitraje. Este desarrollo tiene implicaciones para el sector de las finanzas descentralizadas (DeFi) y el mercado global de activos digitales. La comunidad observa con expectación si Ethereum podrá consolidar su posición por encima de los $4,000 y superar la resistencia clave, sentando las bases para una nueva fase de expansión. La continua adopción institucional y las mejoras tecnológicas posicionan a Ethereum como un pilar fundamental en la infraestructura financiera digital, crucial para su adopción masiva y la realización de su potencial como plataforma para aplicaciones descentralizadas. La resiliencia de Ethereum y la creciente madurez del mercado de criptomonedas son evidentes en su trayectoria actual.