Los grandes poseedores de Dogecoin (DOGE), conocidos como "ballenas", han estado acumulando activamente millones de tokens DOGE. Esta actividad se produce en un contexto de corrección de precios del 16%, lo que sugiere una estrategia de inversión a largo plazo por parte de estos actores clave, a pesar de la volatilidad a corto plazo.
Entre el 13 y el 15 de agosto de 2025, las ballenas de Dogecoin que poseen entre 100 y mil millones de tokens DOGE adquirieron más de 330 millones de DOGE. Esta acumulación se produjo mientras el precio de DOGE experimentaba una corrección del 16%, alcanzando un mínimo local el 15 de agosto. Durante este período, los inversores minoristas vendieron tokens con pérdidas, demostrando una divergencia significativa en las estrategias de inversión. Las tenencias totales de las ballenas aumentaron a aproximadamente 26.73 mil millones de DOGE.
El interés institucional en el espacio de las "meme coins" también está en aumento. El 16 de agosto de 2025, Grayscale presentó una declaración de registro S-1 ante la Comisión de Bolsa y Valores de EE. UU. (SEC) para un ETF de Dogecoin al contado. Esta medida, que busca convertir el Grayscale Dogecoin Trust existente en un ETF al contado que cotizará en la Bolsa de Nueva York Arca bajo el símbolo GDOG, representa un intento significativo de introducir una "meme coin" líder en la estructura de fondos regulados. Analistas predicen entre un 67% y un 75% de posibilidades de aprobación para finales de 2025, lo que podría desencadenar avances de precios del 30% al 50% si se superan los niveles de resistencia clave.
El precio de DOGE se cotizaba a $0.21665 el 21 de agosto de 2025, mostrando una ligera recuperación tras la corrección. La creciente familiaridad de las instituciones con los activos digitales está impulsando inversiones en varias criptomonedas, incluidas las "meme coins". La acumulación por parte de las ballenas, junto con el interés institucional a través de la presentación de un ETF, sugiere una perspectiva optimista para el futuro de Dogecoin, posicionándolo como un activo digital que trasciende su origen humorístico para convertirse en un componente más serio del panorama de la inversión en criptomonedas.