Las principales instituciones financieras de propiedad estatal en China han intensificado recientemente su adquisición de dólares estadounidenses dentro del mercado de divisas nacional. Esta acción deliberada busca contrarrestar las presiones a la baja y estabilizar el valor del Renminbi chino, o Yuan, en un contexto donde los indicadores económicos sugieren una desaceleración del crecimiento. Esta intervención coordinada subraya la firme intención de las autoridades de mantener un entorno financiero predecible antes de discusiones cruciales sobre políticas nacionales.
Además de la compra directa, estas entidades bancarias han incrementado su participación activa en el mercado de permutas de divisas (currency swap market). Este movimiento ha provocado que los puntos swap USD/CNY a un año alcancen niveles que no se habían registrado desde el año 2022. Esto marca un cambio notable en la estrategia, que ahora se enfoca menos en mitigar la depreciación del Yuan y más en establecer una base sólida para su valoración. Recientemente, el Yuan onshore ha mantenido una posición relativamente estable frente a su homólogo estadounidense, fluctuando cerca de la marca de 7.1253 por USD, aunque el 9 de octubre de 2025, la tasa USD/CNY experimentó una ligera caída del 0.17%, situándose en 7.1382.
Los analistas financieros sugieren que el momento de esta intervención no es casual, sino que está calculado con precisión para asegurar el equilibrio monetario justo antes de reuniones gubernamentales fundamentales. Entre ellas se encuentra el inminente Cuarto Pleno, donde los líderes delinearán el próximo plan quinquenal. Históricamente, el Banco Popular de China (PBOC) ha utilizado a los bancos estatales como instrumentos primarios para ejecutar su política cambiaria, actuando como una fuerza estabilizadora cuando la volatilidad del mercado amenaza los objetivos económicos nacionales. Este calendario estratégico es fundamental para preparar el escenario para las directrices económicas internas.
Complementariamente a la intervención directa en el mercado de divisas, el PBOC ha estado gestionando activamente la liquidez interna. Esto se realiza frecuentemente a través de operaciones de mercado abierto. Informes recientes señalan que el PBOC inyectó fondos sustanciales en el sistema bancario para garantizar una liquidez abundante. Esta medida apoya indirectamente la estabilidad del Yuan al aliviar las presiones financieras internas. Este enfoque dual —gestionar los flujos de divisas externos a la par que la liquidez interna— demuestra una estrategia integral para la navegación económica mientras China aborda las complejas dinámicas del comercio global y sus metas de crecimiento doméstico.
La posición actual del mercado no busca tanto dictar un tipo de cambio específico como proyectar una imagen de administración económica controlada y deliberada. Al enviar señales de estabilidad antes de eventos de gran repercusión, Beijing tranquiliza a los inversores y ayuda a contener la volatilidad. Esto beneficia tanto a las acciones como a los bonos chinos al evitar choques repentinos. Esta calibración intencionada de la posición de la moneda sirve como un elemento fundacional crucial para la futura planificación y ejecución económica del país.