La isla de Lombok, que forma parte integral de la provincia indonesia de Nusa Tenggara Occidental, ha experimentado un avance espectacular en la esfera del reconocimiento turístico global. Este destino insular se ha posicionado en el segundo lugar del ranking de las mejores islas de Asia, según la evaluación de los prestigiosos Condé Nast Traveller Readers' Choice Awards 2025. Este resultado se cimentó en una puntuación sobresaliente de 94,86. Esta calificación no solo es alta, sino que marca una diferencia sustancial con respecto al año anterior, 2024, cuando Lombok ocupaba la décima posición con 90,41 puntos. Este salto cualitativo subraya la creciente popularidad del destino, un veredicto emitido por una audiencia masiva de más de 757.000 lectores de la publicación.
Ahmad Nur Aulia, quien lidera la Oficina de Turismo de Nusa Tenggara Occidental, enfatizó que este éxito no es casual, sino el fruto de un esfuerzo regional coordinado. Subrayó que este reconocimiento internacional actúa como un poderoso catalizador para elevar aún más los estándares de servicio y hospitalidad en la región. El objetivo primordial de la industria local es ofrecer a los visitantes una experiencia más profunda y auténtica, que capture la esencia genuina de Lombok. En un contexto regional favorable, la vecina isla de Bali reafirmó el dominio de Indonesia, al obtener el primer lugar en la categoría adyacente de Asia-Pacífico, con una calificación de 96,86 puntos, confirmando la hegemonía turística del archipiélago.
El notable ascenso de Lombok, que ha logrado superar a destinos turísticos de renombre mundial como Phuket (clasificado en 8º lugar) y Samui (en 9º lugar), está intrínsecamente ligado a una visión estratégica gubernamental de largo alcance. Este progreso es un reflejo directo de la iniciativa conocida como “Diez nuevos Balis”, diseñada para diversificar y potenciar la oferta turística del país. Un pilar fundamental de esta estrategia es la Zona Económica Especial (ZEE) de Mandalika. El desarrollo de Mandalika, que abarca un tramo costero de 16 kilómetros de arena blanca inmaculada, se ha enfocado desde sus inicios en los principios rectores del ecoturismo y la sostenibilidad.
Dentro del marco del proyecto Mandalika, la prioridad se ha puesto firmemente en el desarrollo sostenible y la responsabilidad ecológica. Esto se manifiesta en acciones concretas, como la implementación de fuentes de energía limpia, específicamente solar, y el compromiso inquebrantable de preservar más del 51% de sus espacios como zonas verdes y naturales. De manera complementaria, la mejora continua de la infraestructura, que incluye la reciente expansión del aeropuerto internacional, ha incrementado significativamente la accesibilidad de la isla para el turista consciente y reflexivo. Este triunfo a nivel global no solo valida la estrategia de Lombok, sino que también facilita la atracción de nuevas inversiones en la región, fortaleciendo su imagen como un destino que logra un equilibrio armónico y ejemplar entre el necesario crecimiento económico y la vital preservación de su rica identidad cultural y su entorno natural prístino.