Craco, un pueblo medieval enclavado en una colina del sur de Italia, cautiva con su belleza etérea y una historia que se remonta al 540 d.C., cuando fue fundado por los griegos. Este antiguo asentamiento, que una vez albergó a miles de habitantes y contó con una universidad en 1276, se encuentra ahora deshabitado tras una serie de desastres naturales que forzaron su abandono gradual.
El destino de Craco se selló con una combinación de factores geológicos y eventos catastróficos. Las continuas deslizamientos de tierra, exacerbados por la inestable arcilla sobre la que se asienta el pueblo y agravados por obras de infraestructura en los sistemas de alcantarillado y agua, comenzaron a hacer inhabitable la zona desde mediados del siglo XX. Un deslizamiento de tierra significativo en 1963 marcó el inicio de un éxodo, que se intensificó con una inundación en 1972 y culminó con el devastador terremoto de Irpinia en 1980. Estos eventos obligaron a los últimos 1.800 residentes a abandonar sus hogares, trasladándose a la cercana localidad de Craco Peschiera. Actualmente, Craco se ha convertido en un destino fascinante para el turismo oscuro y un lienzo para la industria cinematográfica. Sus ruinas, que evocan un pasado glorioso y a la vez trágico, han servido de escenario para películas de renombre como "La Pasión de Cristo" y "Quantum of Solace". La atmósfera única de este pueblo fantasma atrae a quienes buscan explorar la historia cultural de Italia y la melancólica belleza de los lugares abandonados. Para garantizar la seguridad y preservar la integridad de este sitio histórico, el acceso a Craco está restringido y se realiza exclusivamente a través de visitas guiadas. Los visitantes deben usar cascos de seguridad debido a la inestabilidad del terreno, y las visitas se llevan a cabo de mayo a octubre. La historia de Craco es un testimonio de la resiliencia humana frente a las fuerzas de la naturaleza y los desafíos de la vida en comunidades rurales. A pesar de su abandono, el pueblo sigue inspirando, ofreciendo una ventana a un pasado que, aunque desvanecido, resuena con historias de vida, prosperidad y la inevitable transformación que trae el tiempo.