En España, los perros han evolucionado de ser meras mascotas a convertirse en miembros esenciales de las familias. Esta transformación social se evidencia en las cifras, con más de 9.3 millones de perros registrados en 2024, lo que subraya el creciente vínculo entre humanos y caninos. Esta evolución ha redefinido la profesión del educador canino. Anteriormente buscados para resolver problemas de comportamiento, ahora su rol se centra en guiar a las familias para comprender las necesidades de sus perros, promoviendo una educación responsable y una convivencia equilibrada basada en el respeto mutuo. Anika Rytel, educadora canina profesional, destaca que la sensibilidad y motivación son claves en este campo. La abundancia de contenido educativo en línea ha elevado la conciencia sobre las necesidades reales de los perros, llevando a los propietarios a buscar una mayor comprensión y vínculos más sólidos con sus compañeros, priorizando esto sobre la mera obediencia.
Este enfoque profesionalizado responde a una demanda social creciente que está impactando en los hogares y en la operativa de las protectoras de animales. Internet ha eliminado las barreras geográficas, facilitando el acceso a formación en línea con especialistas. Las protectoras de animales, cada vez más, requieren la colaboración de voluntarios formados, ya que la ayuda inexperta puede generar más complicaciones que soluciones. Es fundamental comprender el lenguaje canino y actuar con empatía, evitando la improvisación emocional. La formación de educadores caninos no solo representa una oportunidad profesional, sino también la posibilidad de mejorar activamente la vida de los animales, una vocación cada vez más necesaria en una sociedad que prioriza el bienestar animal. En este contexto, la Ley de Bienestar Animal de España de 2023 marca un hito al establecer un curso obligatorio para nuevos propietarios de perros. Este curso, desarrollado por el Ministerio de Derechos Sociales, busca promover la tenencia responsable, y los nuevos dueños dispondrán de seis meses para completarlo tras su aprobación. El curso, que es gratuito y se imparte en línea, tiene una duración aproximada de cuatro horas y cubre aspectos esenciales como la selección del animal, su cuidado y salud, socialización y responsabilidades del propietario. Aquellos que ya posean un perro tienen un plazo de dos años desde la entrada en vigor de la normativa para realizarlo. A pesar de estos avances, el abandono animal sigue siendo un desafío considerable. Las cifras de 2024 revelan que los refugios españoles acogieron a más de 292,000 perros y gatos, la cifra más alta desde 2020, lo que subraya la urgencia de intervenciones más efectivas y una mayor cooperación para garantizar el bienestar de los animales de compañía. La educación canina profesional y la concienciación social son herramientas clave para abordar estos retos y fomentar una coexistencia armónica entre humanos y perros en España.