El Profundo Vínculo Humano-Felino: Historia, Bienestar y Salud Cardiovascular

Editado por: Екатерина С.

El afecto humano por los gatos trasciende la simple conexión emocional, entrelazándose con una historia compartida de más de 9.500 años. Desde sus inicios como compañeros funcionales hasta su estatus actual como miembros queridos de la familia, los felinos han tejido su presencia en la trama de la vida humana.

La domesticación del gato se inició en China hace aproximadamente 5.300 años, cuando estos animales se acercaron a los asentamientos humanos atraídos por los roedores que infestaban las cosechas. Este entendimiento mutuo sentó las bases para una coexistencia beneficiosa. Históricamente, la relación entre humanos y gatos ha sido dinámica: mientras que en el Antiguo Egipto eran venerados, llegando a ser asociados con deidades como Bastet, en la Edad Media sufrieron periodos de persecución, vinculados a supersticiones. No obstante, desde el siglo XVII, los gatos se han integrado plenamente en el hogar como mascotas.

La interacción con estos seres gráciles ha demostrado tener un impacto significativo en nuestro bienestar. Los psicólogos señalan que la compañía de los gatos puede ser un poderoso antídoto contra el estrés, mejorando nuestro estado emocional e incluso fortaleciendo nuestro sistema inmunológico. Un estudio de la Universidad Estatal de Nueva York encontró que las personas experimentan menos estrés en situaciones tensas cuando están acompañadas por sus gatos en comparación con la presencia humana. Acariciar a un gato libera oxitocina, una hormona que promueve la calma y reduce la ansiedad.

La investigación también ha arrojado luz sobre la conexión entre el apego a las mascotas y nuestras actitudes hacia el mundo natural y las personas; cuanto mayor es la alegría que obtenemos de la interacción con una mascota, mayor es nuestra disposición a ayudar a los demás. La compañía felina no solo enriquece nuestras vidas a nivel emocional, sino que también se ha vinculado con mejoras en la salud cardiovascular, reduciendo el riesgo de enfermedades cardíacas. La simple presencia de un gato puede disminuir la presión arterial y la frecuencia cardíaca, creando un ambiente de serenidad en el hogar. Estudios indican que los dueños de gatos tienen un 30% menos de probabilidades de sufrir un infarto y un menor riesgo de enfermedades cardiovasculares en general. El ronroneo de los gatos, con sus vibraciones entre 20 y 140 hercios, se considera beneficioso para la salud, contribuyendo a la reducción del estrés y la presión arterial.

A pesar de estas complejidades, el vínculo que se forma con un gato es especial; una conexión silenciosa pero robusta. Sin embargo, es fundamental que esta profunda conexión con nuestros compañeros felinos no eclipse la importancia de cultivar y mantener nuestras relaciones humanas, encontrando un equilibrio saludable en nuestro entorno social para nuestro bienestar integral.

Fuentes

  • Pravda

  • Любовь к кошкам и её влияние на человека | Нейросеть Бегемот

  • Психологи из НИУ ВШЭ узнали, как любовь к животным влияет на отношения с людьми

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