Los gatos domésticos, con su enigmática naturaleza, a menudo nos sorprenden con comportamientos que desafían la lógica humana. Uno de los más curiosos es su predilección por sentarse o acurrucarse dentro de figuras cuadradas, incluso cuando estas son meras ilusiones o contornos dibujados en el suelo. Este fenómeno, popularizado en redes sociales y estudiado por expertos, revela capas fascinantes de la psicología felina.
La bióloga Julia Mihatsch sugiere que los gatos se guían por el contraste y la estructura en su entorno. Un cuadrado marcado en el suelo destaca visualmente, creando una zona definida que atrae su atención. Su sistema visual, más sensible a los contrastes y al movimiento que a los colores, se ve naturalmente atraído por estas áreas delimitadas. Este instinto de orientación por contrastes es una herramienta fundamental para su exploración del mundo. Más allá de la atracción visual, existe un profundo instinto de búsqueda de seguridad y protección en los gatos. En la naturaleza, prefieren refugios como arbustos o salientes elevados que les ofrecen un punto de observación seguro y resguardo. Un cuadrado, aunque no ofrezca protección física, puede evocar esta sensación de encierro y seguridad, apelando a su necesidad innata de sentirse protegidos. Investigaciones recientes, como un estudio de ciencia ciudadana publicado en Applied Animal Behavior Science, han demostrado que los gatos se sienten atraídos por cuadrados ilusorios, como la ilusión de Kanizsa, lo que sugiere que su percepción de un espacio seguro trasciende la realidad física.
La temperatura corporal de los gatos, que es ligeramente superior a la de los humanos, también juega un papel crucial. Buscan superficies frescas para regular su temperatura, especialmente en climas cálidos. Los suelos lisos y duros, como los azulejos, retienen el frío y resultan atractivos para ellos. Este comportamiento de buscar superficies frescas es una estrategia adaptativa para evitar el sobrecalentamiento, ya que su capacidad para disipar el calor es limitada, recurriendo principalmente al lamido y a la evaporación de la saliva.
Este comportamiento no es un fenómeno reciente. Ya en 2017, la tendencia de grabar a gatos interactuando con cuadrados marcados en el suelo se viralizó en plataformas como Twitter, demostrando el interés generalizado por esta peculiaridad felina. Si bien no todos los gatos responden de la misma manera, la variedad de animales que mostraron interés validó la existencia de este patrón de comportamiento. En esencia, la fascinación de los gatos por los cuadrados se explica por una confluencia de factores: su agudo sentido de la orientación por contrastes, su instinto de buscar refugio y seguridad, y su necesidad de regular la temperatura corporal. Estos elementos, arraigados en su naturaleza evolutiva, se manifiestan en su interacción con el entorno, ofreciéndonos una ventana a su compleja y maravillosa cognición.