La Generación Z está marcando un cambio significativo en la comunicación digital al adoptar el uso de letras minúsculas, buscando una mayor autenticidad y cercanía en sus interacciones en línea. Esta tendencia contrasta con el uso histórico de las mayúsculas, asociadas a la formalidad, y que en el entorno digital pueden ser percibidas como agresivas o autoritarias.
Estudios psicológicos sugieren que los textos escritos completamente en mayúsculas ralentizan la lectura y aumentan la carga cognitiva. En contraposición, las minúsculas facilitan una comunicación más fluida y horizontal, sin jerarquías. Expertos en comunicación ven en esta preferencia una democratización del lenguaje digital, haciéndolo más accesible y personal.
Figuras influyentes como Olivia Rodrigo, Billie Eilish y Travis Scott han adoptado esta estética en sus trabajos, utilizando títulos y letras en minúsculas para crear una conexión más íntima con su audiencia. Taylor Swift, con su álbum "folklore" de 2020, también se sumó a este movimiento, validando y popularizando la tendencia entre sus seguidores.
El impacto de esta tendencia se extiende al ámbito empresarial. Las marcas que buscan conectar con la Generación Z están adaptando su comunicación para reflejar esta informalidad y autenticidad. El uso de nombres o títulos en minúsculas por parte de las marcas transmite mensajes de modestia, frescura y simplicidad, haciéndolas parecer más accesibles y alineadas con el lenguaje de esta generación. Por el contrario, el uso de mayúsculas puede ser percibido como formal, anticuado o incluso hostil.
Este cambio en la escritura digital no solo responde a una preferencia estética, sino que también refleja una evolución en las dinámicas de poder y comunicación en línea. Al optar por las minúsculas, la Generación Z busca una interacción más genuina y cercana, libre de las estructuras jerárquicas tradicionales, redefiniendo así la expresión personal y la conexión en el panorama digital.