Impacto del ejercicio en el cerebro: Cómo la actividad física mejora la función cognitiva
El ejercicio físico regular no solo es beneficioso para el cuerpo, sino que también mejora significativamente la función cerebral, mejorando la memoria, la orientación espacial y la plasticidad neuronal. Esto tiene profundas implicaciones para mantener la salud cognitiva a lo largo de la vida.
Según la Dra. Paulina Kloskowska, fisioterapeuta del Marylebone Health Group, existe evidencia sustancial que respalda los efectos positivos del ejercicio en la función cognitiva. Destacó cuatro tipos de entrenamiento que impactan directamente en la salud mental. Estas prácticas, cuando se incorporan a una rutina semanal, pueden ayudar a preservar la agilidad intelectual con el tiempo.
Tipos de ejercicios beneficiosos
Un estudio de 2021 comparó a 22 corredores de resistencia con 20 individuos sedentarios. Utilizando imágenes de resonancia magnética, los investigadores observaron que los corredores tenían un mayor volumen de materia gris en el hipocampo, una región clave para la memoria y el aprendizaje. La Dra. Kloskowska afirmó que estos hallazgos sugieren que las actividades de resistencia podrían mejorar la función cerebral y apoyar la salud cognitiva.
La investigación del Instituto Salk de Estudios Biológicos de San Diego, y los estudios de Yaakov Stern y Richard Sloan publicados en la revista Neurology, concluyen que el ejercicio físico estimula la generación de nuevas neuronas, incluso en cerebros envejecidos. Estos estudios demostraron que al menos tres horas de actividad cardiovascular por semana pueden ralentizar o incluso revertir el envejecimiento cerebral, particularmente en áreas asociadas con la memoria y las funciones cognitivas superiores.
La conciencia espacial, la capacidad de comprender cómo los propios movimientos se relacionan con los objetos en el entorno, tiende a disminuir con la edad. Un estudio publicado en Scientific Reports evaluó los efectos del entrenamiento de equilibrio en adultos. Aquellos que participaron en 50 minutos de entrenamiento de equilibrio por semana durante 12 semanas mostraron mejoras significativas en la memoria y la cognición espacial en comparación con un grupo de control.
El entrenamiento de intervalos de alta intensidad (HIIT) combina ejercicios exigentes con un descanso mínimo. Un informe de 2022 indicó que este tipo de rutina aumenta significativamente los niveles de BDNF (factor neurotrófico derivado del cerebro), una proteína crucial para diversas funciones cognitivas. La Dra. Kloskowska explicó que el BDNF juega un papel vital en la cognición, la neuroplasticidad y la conectividad neuronal, y es esencial para prevenir enfermedades neurodegenerativas.
El entrenamiento de fuerza también se presenta como una estrategia para frenar el deterioro del cerebro. La Dra. Kloskowska señaló que el entrenamiento de fuerza podría ser más efectivo que otras modalidades para preservar o mejorar la función cognitiva. El enfoque recomendado es comenzar con pesos ligeros y aumentar progresivamente la intensidad. Estos hallazgos subrayan la importancia de incorporar varias formas de ejercicio en una rutina regular para apoyar y mejorar la salud cognitiva, ofreciendo un enfoque práctico para mantener una mente aguda a lo largo de la vida.