El 9 de julio de 2025, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, convocó una cumbre en la Casa Blanca con líderes de Gabón, Guinea-Bissau, Liberia, Mauritania y Senegal.
El objetivo principal de la reunión fue fortalecer los lazos diplomáticos y económicos, con un énfasis específico en el comercio, la inversión y la seguridad regional. Esta cumbre representa un cambio en la política exterior estadounidense, que se aleja de los modelos tradicionales de ayuda y se enfoca en asociaciones comerciales.
Las discusiones abarcaron temas clave como las oportunidades de comercio e inversión, así como estrategias para combatir el terrorismo, el tráfico de drogas y gestionar la migración dentro de la región. En este contexto, es importante recordar la creciente influencia de China y otros actores en el continente africano.
Un resultado notable fue la decisión de Estados Unidos de pasar de programas de ayuda exterior a empoderar a países autosuficientes a través del comercio y la inversión. Esta estrategia podría tener un impacto significativo en el desarrollo económico de la región.
La exclusión de Nigeria de la cumbre generó interrogantes sobre las implicaciones diplomáticas de esta decisión. Es crucial analizar las posibles consecuencias para las relaciones bilaterales y la estabilidad regional.
La cumbre subraya el enfoque evolutivo de la administración Trump hacia África, priorizando la prosperidad económica mutua y la seguridad regional a través del comercio y la inversión. Este enfoque podría tener un impacto significativo en las relaciones entre Estados Unidos y los países africanos, y es importante analizarlo en el contexto de la creciente influencia de la Unión Europea en la región.