El 31 de octubre de 2024, funcionarios iraníes anunciaron una respuesta inminente a los recientes bombardeos israelíes que apuntaron a instalaciones militares en Irán. Los ataques ocurrieron el 26 de octubre y afectaron a lugares en tres ciudades iraníes. El ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Abbas Araghchi, declaró que la respuesta de su país sería en defensa propia.
Mohammad Mohammadi Golpayegani, asesor del líder supremo, el ayatollah Ali Khamenei, caracterizó las acciones israelíes como desesperadas y advirtió que la represalia de Irán sería severa, asegurando que Israel se arrepentiría de su ataque.
En respuesta a la escalada de tensiones, funcionarios estadounidenses reiteraron su advertencia a Irán de no responder, enfatizando que cualquier acción de este tipo provocaría apoyo estadounidense para Israel. La portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, declaró: “Irán no debería responder a las acciones de Israel. Si lo hace, apoyaremos a Israel en su defensa.”
Las operaciones militares israelíes aparentemente estaban dirigidas a instalaciones de fabricación de misiles y capacidades aéreas iraníes, tras un reciente ataque con misiles de Irán sobre Tel Aviv. Imágenes satelitales confirmaron daños en la base de Shahroud, mientras que funcionarios iraníes informaron sobre ataques en Ilam, Juzestán y Teherán.
El Ministerio de Relaciones Exteriores iraní amenazó con una respuesta decisiva, afirmando que utilizaría todos los medios disponibles para vengarse de Israel. Khamenei instó a las autoridades iraníes a demostrar la fuerza y la determinación de la nación, advirtiendo que Israel subestima las capacidades de Irán.
En respuesta, los líderes militares israelíes indicaron que estaban listos para intensificar sus operaciones si Irán continuaba con su postura agresiva. El teniente general Herzi Halevi, jefe del Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa de Israel, afirmó que Israel respondería con fuerza a cualquier nuevo ataque con misiles de Irán.