El gobierno suizo ha presentado un proyecto de ley para poner fin a la prohibición de construir nuevas centrales nucleares, revirtiendo una política adoptada en 2018 para eliminar gradualmente la tecnología. La iniciativa, que se presentará al parlamento antes de agosto de 2026, permitiría a las empresas solicitar licencias para la construcción de reactores, sujetas a la aprobación parlamentaria y a un posible referéndum.
Los promotores de la iniciativa consideran que estas modificaciones legales simplificarían el proceso para alcanzar una prohibición total de la energía nuclear. En este contexto, Axpo Holdings AG, que gestiona el 60% de la capacidad nuclear suiza, ha declarado que actualmente no tiene planes de construir o invertir en nuevos proyectos nucleares. Un portavoz de la compañía señaló que, si bien la empresa podría considerar la construcción de nuevas instalaciones, la entidad no puede asumir sola los riesgos regulatorios y financieros, sugiriendo la necesidad de compartir dichos riesgos. La decisión de Suiza de considerar la prohibición de nuevas construcciones nucleares se produce en un momento en que Alemania completó su eliminación total de la energía nuclear en 2023. Este movimiento suizo refleja un debate global más amplio sobre la seguridad energética, el cambio climático y el futuro de la energía nuclear.
La estrategia energética de Suiza, que busca una retirada gradual de la energía nuclear, se complementa con un mayor uso de energías renovables e hidroeléctricas, aunque se prevé una dependencia temporal de combustibles fósiles y de importaciones de electricidad. La propuesta del gobierno suizo es una respuesta a la iniciativa popular "Stop the Blackout", que busca consagrar constitucionalmente el cambio hacia energías limpias. El gobierno insta a los votantes a rechazar esta iniciativa, argumentando que un cambio legislativo es un camino más rápido y evita la incertidumbre de una enmienda constitucional. La política actual de prohibir la construcción de nuevas centrales nucleares, vigente desde el 1 de enero de 2018, se mantiene como un pilar de la Estrategia Energética 2050 del país, que prevé la eliminación de la capacidad nuclear para 2044. La posibilidad de levantar esta prohibición representa un cambio significativo, y el debate parlamentario y la posible decisión de los votantes serán cruciales para definir el futuro energético de Suiza.