El vehículo operado remotamente (ROV) Haiqin, desarrollado íntegramente en China, ha completado con éxito una expedición científica en el Mar de China Meridional, alcanzando una profundidad de 4.140 metros. Esta misión, que tuvo lugar a finales de agosto de 2025, representa un hito significativo en las capacidades de exploración de aguas profundas de China.
El Haiqin, con un peso de 3,6 toneladas y diseñado para inmersiones de hasta 6.000 metros, está equipado con tecnología de vanguardia, incluyendo cámaras de alta definición, brazos robóticos, sistemas de sonar y sensores avanzados. Durante la expedición, demostró un control de rumbo automático y una capacidad de flotación precisa, lo que permitió la recolección de muestras biológicas y sedimentos del lecho marino. La Universidad de Shanghai Jiao Tong fue la institución responsable del desarrollo y la ejecución de esta misión.
Un aspecto destacado de esta expedición fue la operación coordinada del Haiqin junto con otro sumergible chino de aguas profundas, el Haidou-1. Esta colaboración marcó la primera vez que dos vehículos submarinos no tripulados distintos operan simultáneamente desde un único buque de investigación chino, el Zhong Shan Da Xue. El Haidou-1 es conocido por sus récords en inmersiones no tripuladas, incluyendo profundidades de hasta 10.908 metros en la Fosa de las Marianas.
Los logros de esta misión no solo validan el rendimiento y la funcionalidad del sistema Haiqin, sino que también contribuyen valiosos datos a la comprensión científica del ecosistema marino del Mar de China Meridional. El éxito de la expedición subraya la creciente pericia de China en el campo de la investigación oceánica y su compromiso con la exploración de las profundidades marinas.
Este avance tecnológico se alinea con la estrategia más amplia de China de fortalecer su infraestructura oceánica y su capacidad para la investigación científica y el desarrollo de recursos en entornos de aguas profundas. La exploración de las profundidades marinas es un campo que promete descubrimientos sobre la biodiversidad, la geología y los recursos potenciales.
La capacidad de operar en tales profundidades abre nuevas vías para la investigación científica, la comprensión de los procesos oceánicos y el desarrollo de tecnologías innovadoras. El continuo desarrollo de vehículos como el Haiqin y el Haidou-1 posiciona a China a la vanguardia de esta frontera científica.