El 10 de agosto de 2025, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas celebró una reunión de emergencia para abordar el controvertido plan del gobierno israelí de ocupar permanentemente la ciudad de Gaza. Esta propuesta ha generado una profunda preocupación internacional debido a sus significativas implicaciones humanitarias y políticas, provocando un debate enérgico entre los estados miembros sobre la situación y las verdaderas intenciones de Israel.
Durante la sesión, el Embajador Palestino ante la ONU, Riyad Mansour, hizo un llamado apremiante a la comunidad internacional para que "detenga el genocidio" en Gaza, acusando a Israel de buscar la destrucción del pueblo palestino a través de la muerte y el desplazamiento, y de la anexión de territorio palestino. Subrayó el sufrimiento extremo de más de dos millones de personas atrapadas en la Franja. En respuesta, el Representante Permanente Adjunto de Israel ante la ONU, Jonathan Miller, negó categóricamente cualquier plan de ocupación permanente, detallando cinco principios que guían el plan israelí: el desarme de Hamás, la liberación de todos los rehenes, la desmilitarización de Gaza, el control de seguridad israelí sobre el enclave y el establecimiento de una administración civil pacífica y no israelí. La Embajadora de Estados Unidos, Dorothy Shea, defendió el derecho de Israel a tomar medidas de seguridad, calificando las acusaciones de genocidio como "categóricamente falsas".
Miembros permanentes del Consejo como Rusia, China, Francia y el Reino Unido expresaron su profunda inquietud, advirtiendo sobre las posibles repercusiones regionales, el riesgo de un mayor desplazamiento de civiles, un aumento de las muertes y una destrucción más generalizada. Estos países señalaron que la implementación de dicho plan podría desencadenar otra calamidad en Gaza, con consecuencias que se extenderían por toda la región.
La crisis humanitaria en Gaza se agrava día a día. Según datos del OCHA, al menos 100 niños han muerto por desnutrición aguda desde el inicio del conflicto en octubre de 2023, 37 de ellos solo desde julio. Ramesh Rajasingham, director de coordinación del OCHA, declaró que "esto ya no es una crisis de hambre inminente, esto es hambre, pura y simple". La situación nutricional es alarmante, con más de 320.000 niños menores de cinco años en riesgo de desnutrición aguda, y miles sufriendo de desnutrición aguda severa. La infraestructura de servicios esenciales se ha colapsado, dejando a los bebés sin acceso a agua potable, sustitutos de la leche materna y alimentación terapéutica.
El debate en el Consejo de Seguridad subraya las profundas divisiones en la comunidad internacional respecto al conflicto. Mientras que algunas naciones apoyan las medidas de seguridad de Israel, otras advierten sobre las devastadoras consecuencias humanitarias y la escalada de la violencia. La situación en Gaza sigue siendo crítica, con un número creciente de víctimas y una población al borde de la hambruna, lo que exige una acción internacional concertada para aliviar el sufrimiento y buscar una solución pacífica y duradera.