Estados Unidos ha presentado una propuesta ante el Consejo de Seguridad de la ONU para desplegar una misión de seguridad multinacional en Haití. El objetivo es fortalecer a la Policía Nacional de Haití (PNH) en su lucha contra las organizaciones criminales que han sumido al país en una profunda crisis humanitaria y de seguridad.
La propuesta estadounidense surge en un contexto crítico para Haití, donde para mediados de 2025 se estima que las pandillas controlan aproximadamente el 90% de la capital, Puerto Príncipe, y sus alrededores. La violencia, intensificada desde el asesinato del presidente Jovenel Moïse en julio de 2021, ha cobrado la vida de más de 4,000 personas y ha desplazado a más de 1.3 millones en la primera mitad de 2025. La ONU ha documentado un alarmante aumento de la violencia sexual, afectando de manera desproporcionada a mujeres y niñas, quienes además enfrentan una creciente inseguridad alimentaria y dificultades para acceder a servicios básicos. La Policía Nacional de Haití enfrenta desafíos significativos, incluyendo la falta de recursos y la necesidad de fortalecer sus capacidades operativas y de inteligencia, encontrándose por debajo de los estándares internacionales en cuanto a la proporción de policías por habitante.
La misión propuesta busca brindar apoyo operativo, logístico y de capacitación a la PNH. La efectividad de esta iniciativa dependerá de la cooperación de todos los miembros del Consejo de Seguridad, especialmente de China y Rusia, para evitar un posible veto. Varios países caribeños, junto con Kenia, han ofrecido su apoyo para liderar y participar en la misión. La violencia de pandillas se ha extendido a departamentos como Artibonite y Centre, generando desplazamientos masivos y un deterioro generalizado de las condiciones de vida. La comunidad internacional ha destacado la urgencia de la situación, señalando que la violencia de pandillas ha causado miles de muertes y ha forzado a cientos de miles a huir de sus hogares. La violencia sexual se ha convertido en una herramienta de terror y control por parte de las pandillas, con informes que señalan un aumento del 1,000% en la violencia sexual contra niños y niñas. La propuesta de misión busca no solo combatir la violencia directa, sino también sentar las bases para la restauración del orden y la estabilidad, permitiendo así el avance hacia soluciones a largo plazo y la recuperación democrática del país.