Varios servicios postales europeos han suspendido temporalmente los envíos de paquetes a Estados Unidos debido a la inminente finalización de la exención "de minimis", que permitía la importación de bienes por valor inferior a 800 dólares libres de aranceles. La política estadounidense, que entra en vigor el 29 de agosto de 2025, ha generado incertidumbre sobre los nuevos procedimientos aduaneros y la recaudación de impuestos.
Deutsche Post y DHL Parcel Germany dejarán de aceptar y transportar paquetes de clientes comerciales con destino a EE. UU. a partir del 25 de agosto de 2025. PostNord, el principal servicio de paquetería en Dinamarca y Suecia, pausará los envíos de mercancías a Estados Unidos y Puerto Rico a partir del 23 de agosto de 2025. Austrian Post dejará de aceptar envíos con mercancías a EE. UU. a partir del 26 de agosto de 2025, siendo el 25 de agosto el último día para realizar envíos. Poste Italiane también suspenderá la aceptación de todos los envíos que contengan mercancías con destino a Estados Unidos a partir del 23 de agosto de 2025.
La Asociación de Servicios Postales Europeos, PostEurop, ha expresado su preocupación por la falta de claridad en estos procedimientos, señalando que las cuestiones críticas sobre la recaudación de aranceles y la transmisión de datos a la Aduana de EE. UU. aún no están definidas. La eliminación de la exención "de minimis" significa que todos los bienes importados, a excepción de los regalos entre particulares por valor inferior a 100 dólares, estarán sujetos a aranceles aduaneros.
El volumen de paquetes afectados por esta exención en 2024 fue de 1.360 millones de paquetes, con un valor de 64.600 millones de dólares, según datos de la Agencia de Aduanas y Protección Fronteriza de EE. UU. La falta de información detallada sobre los nuevos procesos de despacho de aduanas y la escasa antelación para adaptarse a los requisitos han sido los principales impulsores de estas suspensiones. Si bien la suspensión es una medida de precaución para evitar problemas operativos y responsabilidades financieras, se espera que genere fricciones y aumente los costos para las empresas y los consumidores en las transacciones transfronterizas.