El presidente ruso, Vladímir Putin, ha presentado una serie de condiciones para un posible acuerdo de paz con Ucrania. Estas exigencias incluyen la cesión total del control de las regiones de Donetsk y Luhansk, así como la renuncia de Ucrania a sus reclamaciones sobre Crimea, anexionada por Rusia en 2014. Putin ha expresado su disposición a congelar las acciones militares en las líneas del frente y detener las ofensivas en las regiones de Zaporiyia y Jersón. Sin embargo, la claridad sobre sus verdaderas intenciones respecto a las concesiones territoriales y su participación en reuniones trilaterales sigue siendo incierta. Anteriormente, el Kremlin había insistido en la transferencia de estos territorios dentro de sus fronteras administrativas, a pesar de que el ejército ruso controlaba poco más de la mitad de ellos. Surge la duda de si Putin estaría dispuesto a ceder territorios como la central nuclear de Zaporiyia, la más grande de Europa, que antes de la guerra generaba aproximadamente el 20% de la electricidad de Ucrania.
La administración estadounidense está trabajando para asegurar el apoyo de Ucrania y sus aliados europeos a un posible acuerdo, aunque esto aún no está garantizado. El acuerdo sobre los territorios abriría el camino hacia la paz y, posteriormente, a negociaciones técnicas para un acuerdo de paz definitivo. No obstante, persiste la incógnita sobre si Putin participará en una reunión trilateral con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, propuesta por el expresidente estadounidense Trump. Muchos funcionarios en la administración de EE. UU. dudan de que Putin busque sinceramente el fin de la guerra y esté interesado en un acuerdo de paz que no se alinee con sus objetivos iniciales en Ucrania. Andriy Kovalenko, jefe del Centro para la Lucha contra la Desinformación del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa de Ucrania, ha declarado que la información sobre "planes" y "acuerdos" con condiciones que aparece en diversos medios es una fabricación, enfatizando que ningún medio posee tales planes, ya que el proceso es completamente diferente. La central nuclear de Zaporiyia, la más grande de Europa, fue capturada por fuerzas rusas a principios de marzo de 2022 y ha estado bajo control ruso desde entonces. A pesar de estar mayormente apagada, la planta sigue necesitando un suministro constante de electricidad para mantener el combustible nuclear refrigerado y ha dependido de una sola línea eléctrica durante semanas, lo que representa un riesgo significativo para la seguridad nuclear. En cuanto a las negociaciones, el expresidente Trump ha sugerido que las conversaciones de paz podrían incluir discusiones sobre el intercambio de territorios ocupados por Rusia a cambio de un alto el fuego. Elina Beketova, miembro del Center for European Policy Analysis, ha señalado que la posición de Ucrania es la preservación de su integridad territorial y estatalidad, tal como se establece en la constitución ucraniana. El alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, ha sugerido que Ucrania podría tener que ceder temporalmente territorio por el bien de la paz, ante la creciente presión de Trump para aceptar concesiones territoriales, aunque las encuestas en Ucrania muestran resistencia pública a tales concesiones.