Las empresas europeas que operan en China están reevaluando cada vez más sus estrategias de inversión en 2025. Una encuesta reciente indica un creciente pesimismo con respecto a las perspectivas de crecimiento en la región, atribuido a los desafíos económicos y a la evolución de los panoramas políticos.
La Cámara de Comercio de la Unión Europea en China realizó una encuesta que revela que solo el 29% de las empresas son optimistas sobre su potencial de crecimiento en China en los próximos dos años. El aumento de los precios de la vivienda y la disminución de la demanda de los consumidores están afectando el gasto. Simultáneamente, las empresas chinas nacionales están ganando una ventaja competitiva a través de subsidios gubernamentales.
Para mitigar los riesgos geopolíticos, las empresas están desviando inversiones hacia Europa. Algunas están adoptando una estrategia de "China para China", limitando sus cadenas de suministro al mercado interno. Otros están diversificando las operaciones a Asia Sudoriental o Europa para protegerse contra posibles interrupciones.