Tras la invasión rusa de Ucrania, las empresas occidentales se han retirado de Rusia, lo que ha llevado a un aumento de las inversiones extranjeras en los países de Europa del Este, especialmente en Rumania. Un informe reciente del Frankfurter Allgemeine Zeitung destaca la apertura de una planta de fabricación de neumáticos de última generación por parte de la finlandesa Nokian en Oradea, Rumania, que representa una inversión de 650 millones de euros. Esta instalación es notable por ser la primera de su tipo que opera sin emisiones nocivas, utilizando exclusivamente fuentes de energía renovables.
El informe señala que las instalaciones de producción en Rumania se están convirtiendo en alternativas atractivas debido a su proximidad a los principales mercados de la UE, en medio de preocupaciones sobre las interrupciones en las cadenas de suministro y las tensiones geopolíticas con China. La representante del FMI, Gita Gopinath, enfatizó que la fragmentación del comercio y la inversión es ahora una realidad, con cadenas de suministro más largas y barreras comerciales en aumento.
Los países de Europa del Este y del Sudeste, incluida Turquía y los estados de los Balcanes occidentales, han visto recientemente inversiones extranjeras prometedoras, particularmente en los sectores de automóviles, electrónica, textiles y muebles. A pesar de un reciente declive en las inversiones extranjeras directas en la UE, Gopinath se mantiene optimista sobre el potencial de la UE para apoyar las cadenas de suministro a través de una combinación de mercados desarrollados y emergentes.
Aunque la afluencia de inversiones extranjeras se ha ralentizado debido a los desafíos económicos globales, se aconseja a la UE que refuerce las regulaciones del comercio libre y profundice su mercado interno para atraer a más inversores.