En julio de 2025, varios países europeos han reinstaurado controles fronterizos internos, impactando la libre circulación de personas dentro del espacio Schengen. Polonia, por ejemplo, implementó controles temporales en sus fronteras con Alemania y Lituania a partir del 7 de julio de 2025.
Estas medidas buscan frenar el tránsito de migrantes desde el este y prevenir el retorno de migrantes organizado por Alemania. Esto ocurre tras una creciente presión sobre el espacio Schengen y acciones de países como Alemania, que intensificaron los controles en sus fronteras terrestres. Esta tendencia refleja preocupaciones más amplias sobre la migración irregular y la seguridad. La reintroducción de estos controles ha generado inquietud sobre la integridad del espacio Schengen y las posibles repercusiones económicas y sociales.
La Comisión Europea también ha tomado medidas para reforzar la gestión de las fronteras externas, incluyendo la actualización del Código de Fronteras Schengen y la implementación del Sistema Europeo de Información y Autorización de Viajes (ETIAS). Esta situación, que afecta a la libre circulación, suscita debates sobre la necesidad de equilibrar la seguridad fronteriza con los principios de la Unión Europea. En Latinoamérica, la situación migratoria en países como México o Argentina, con sus propias dinámicas y desafíos, sirve como un recordatorio de la complejidad del tema.