A principios de julio de 2025, varios países europeos están experimentando una ola de calor sin precedentes. En el sur de España, se han registrado temperaturas de hasta 40°C (104°F), mientras que en París se alcanzan los 35°C (95°F).
El calor extremo ya ha provocado importantes alteraciones. Más de 1.350 escuelas han cerrado en Francia, y la provincia de Huelva, en España, ha registrado una temperatura récord de 46°C (114.8°F). El torneo de tenis de Wimbledon en Londres también se enfrenta a desafíos.
Las empresas también están sintiendo el impacto. La cadena de panaderías británica Greggs emitió una advertencia de beneficios debido a la disminución del tráfico de clientes. Las autoridades instan a los residentes a mantenerse hidratados y limitar las actividades al aire libre, con especial atención a las poblaciones vulnerables. En España, la situación recuerda la importancia de tomar precauciones, especialmente en las horas centrales del día, y la necesidad de adaptarse a los cambios climáticos que ya se están sintiendo en la península.